Hay miles de sabores que caracterizan el verano y a cuál más refrescante. El gazpacho, el salmorejo, las ensaladas, la ensaladilla rusa… y las no tan refrescantes, pero si sabrosas, barbacoas… Pero, ¿y de frutas? ¿Cuáles son las más características del verano?
Durante todo el invierno venimos consumiendo frutas como manzanas, peras, naranjas o las dulces mandarinas, pero llega el calor y a todas estas frutas se le añaden otras las dulces y refrescantes frutas de hueso y otras con gran cantidad de agua.
Empezamos por la más temprana:
Esta fruta de hueso es la más madrugadora del verano y la que antes deja de estar en las fruterías de nuestro barrio, así que, si eres amante de este fruto, tienes que aprovechar entre mayo y agosto para disfrute de él. Hay decenas de variedades y de distintos tamaños y colores que van desde el amarillo hasta el anaranjado. Su sabor dulce con un ligero toque ácido es muy refréscate. En cuanto a sus propiedades, el albaricoque contiene mucha fibra por lo que tiene un gran poder saciante. Además, posee mucha vitamina A, una vitamina muy importante para nuestra vista, piel, huesos… Aprovechad los escasos meses en los que podemos disfrutarla.
El hermano mayor del albaricoque, mucho más dulce y carnoso que esté. El melocotón es también una fruta de hueso que podemos encontrar solo en verano, el más famoso, el de Calenda en Teruel. Es curioso ver cómo en este pueblo, los agricultores envuelven uno a uno los frutos de los melocotoneros, como pequeños regalitos de sabor. Los podemos encontrar rojos o amarillos anaranjados, dependiendo de la variedad y se caracterizan por su piel sedosa y aterciopelada. Llenan los lineales de las tiendas con su intenso aroma entre los meses de mayo y septiembre. El melocotón es rico en fósforo, potasio y vitamina B entre otras muchas cosas.
El melocotón tiene otra hermana, aunque sólo de madre, la nectarina, una fruta producto de una mutación genética que se caracterizan por tener la piel lisa y un color más intenso. De sabor dulce, pero con un ligero gusto ácido es otro de los sabores que despiertan durante el cálido verano.
Esta fruta, es otro pariente del melocotón, pero con una fisonomía achatada. De piel aterciopelada y color entre rojizo verdoso, tiene un sabor dulce y es muy refrescante al contener gran cantidad de agua. En cuanto a las propiedades, al ser familia del melocotón comparte propiedades, es decir, es rico en fósforo, potasio y vitamina B.
Los colores y sabores inundan los mercados madrileños
Cambiamos de tipo de frutas y nos acercamos a las jugosas sandias, esta gran fruta de verano que a diferencia de las anteriores no es fruto de un árbol sino de una planta rastrera o trepadora. La sandia se caracteriza por su color verde en el exterior pero su intenso rojo en el interior. De sabor dulce, es muy usada también en esta estación para preparar diferentes cócteles, con o sin alcohol. Su gran cantidad de agua, cerca de un 90%, la hace una fruta hipocalórica muy adecuada para dietas de adelgazamiento. Además, contiene muchas vitaminas y minerales, Vitamina A, B, C, Calcio, Hierro, Magnesio, Fosforo, potasio… entre otras muchas.
Aunque lo podemos consumir todo el año, suele tener un precio no apto para todos los bolsillos. Es ahora, en los meses de más calor, cuando podemos disfrutar de él al mejor precio y con el mejor sabor. Al igual que la sandia es super recomendado para dietas de adelgazamiento por su bajo aporte calórico y su gran cantidad de agua. El melón es diurético y tiene efecto saciante. Además, en cuanto a propiedades nutricionales es un potente antioxidante ya que contiene una gran cantidad de vitamina C. También, es rico en ácido fólico, sodio, potasio, magnesio…
Sabemos que hay muchas más frutas que podemos aprovechar sobre todo durante el verano como los arándanos, las cerezas, las fresas, algunas variedades de peras, pero quizás estas sean las más esperadas del año.
A mí, personalmente, me gustan todas las frutas de verano, pero tengo que reconocer que mi fruta favorita de esta estación es el albaricoque ¿Cuál es la tuya?