Adaptarse a los cambios, a nuevas rutinas, a nuevas situaciones: es un proceso, que a unos y a otros, nos costará más o menos. Éstos cambios pueden sugerirle a nuestro cerebro más estrés. Por eso, desde Soy de. te invitamos a que sigas leyendo para descubrir de que se alimenta nuestro cerebro y qué puede mejorar la memoria.
El cerebro gasta combustible todo el día. Alrededor de 60.000 pensamientos generamos al día.
Lo que más le ayuda a nuestro cerebro es el omega 3. En diferentes estudios se ha demostrado que a mayores niveles de omega 3 el tamaño del hipocampo es mayor, siendo este importante para la memoria.
El omega 3 se puede encontrar en los pescados azules, ricos en EPA y DHA. También, por excelencia en las nueces y le acompañan las almendras y castañas.
El olor a romero ayuda hasta un 75% a mejorar la memoria, es decir, el rendimiento cognitivo, uno de sus componentes; el cineol es el que favorece el aumento de neurotransmisores (acelticolina).
Según explica Ben Tal Shahar ( fue profesor en Harvard, su clase se llamaba “La Felicidad”) En la felicidad cabe la tristeza, el fracaso, el dolor, explica que la felicidad también es eso. Os contaré tres imprescindibles que él afirma que ayudan a una estabilidad, a una felicidad trabajada: deporte al menos tres veces a la semana (andar, lo que sea moverse), agradecer, y apuntar en un diario tus emociones, tus vivencias, esto, cada noche. Lo más sencillo por lo que podemos empezar a trabajar es el agradecimiento a lo que tenemos. #SoyDPonemosdeModaAgradacer
Recordaros que la mejora de la concentración y la memoria debido a la meditación está avalada por estudios científicos, como el de la Universidad de California Irvine, que observaron como en tan solo 4 días de práctica de meditación diaria, se producen cambios a nivel cerebral justamente en las regiones que intervienen en procesos de la memoria