Irene Guerrero/ @Irenegmayo
Maeva Bosque/ @MaeeBosque
El país helvético destaca por sus verdes montañas y sus extensos lagos. Además, de por su producto estrella: el chocolate. Aunque hay muchos rincones pintorescos, nosotros te proponemos descubrir el Valle de Lauterbrunnen -“solo fuentes”- en el cantón de Berna, subir a la cima de Europa –Top of Europe- y visitar Lucerna, son algunas de las paradas obligadas.
Día 1 – Centro de Zurich
Aterrizamos en Zurich a primera hora de la mañana. Para el itinerario que vamos a hacer, es el lugar más práctico, puesto que todos los puntos que vamos a visitar se encuentran en la parte alemana. Aunque el vuelo es un poco más caro que a Ginebra, compensa porque el precio de los trenes es elevado. Visitaremos la ciudad más importante de Suiza, pasando por la Catedral Grossmünster, de carácter protestante, con sus inconfundibles torreones. Visitar el lago, o alguna de las calles más comerciales, como Bahnhofstrasse, cerca de la estación de tren. Proponemos, para concluir, deleitarnos con una de las mejores chocolaterías de Suiza: Sprüngli. Eso sí, preparad la cartera.
Día 2 – Cascadas en Lauterbrunnen
Nos preparamos para visitar las 72 cascadas que componen Lauterbrunnen, un pequeño pueblo en el centro del país. A escasos kilómetros, se encuentran las cascadas subterráneas de Trümmelbach, las mayores de Europa.
El precio es muy competitivo: 11 CHF. Aconsejamos visitarlas a última hora de la tarde para evitar aglomeraciones, pero recordad que cierra las 17:00h. Para los bolsillos más espléndidos, recomendamos subir a Top of Europe desde Lauterbrunnen en tren. Cuesta unos 184 CHF. La inversión vale la pena; durante la subida hasta los 3.500 metros podremos hacer parada en dos glaciares para terminar en la cima Jungfraujoch.
Día 3 - Interlaken
Siguiendo nuestra previsión, continuamos visitando grandes paisajes. Es el turno de Interlaken, que significa “entre lagos”. Sus grandes balsas de agua – lagos de Thun y Brienz- se pueden contemplar desde el mirador de Harder-Kulm. Al ser un punto de referencia turística, muchas de las rutas de los trenes panorámicos parten desde esta zona. Podemos realizar excursiones como la más que recomendable, al Castillo de Oberhofen. Visitar el interior no es nada caro: 8 CHF.
Imagen del 'León de Lucerna'
Día 4 – La joya: Lucerna
Sin duda, uno de los pueblos más singulares de la Confederación Helvética es Lucerna. La seña de identidad más importante de la composición de la ciudad es el puente de Kapellbrücke o “Puente de la Capilla”, junto con el famoso torreón Wasserturm. Tampoco podemos volver de nuestro viaje sin conocer el León de Lucerna. Si queremos, además de recorrer sus calles, disfrutar del buen ambiente de la ciudad, podemos visitar el KKL o Museo del Transporte, y ver los caros relojes de la famosa cadena Bucherer.