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Todo lo que necesitas para cuidar de tu ardilla
Una mascota encantadora dada su vivacidad y su pequeño tamaño
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Seguro que de pequeños hemos visto películas como "Alvin y las ardillas", y que nos hemos preguntado sin parar cómo sería nuestra vida con un roedor parlante como compañero de aventuras. Alejados de la ficción, no podemos asegurarte que tu ardilla vaya a hablar, pero sí estamos convencidos de que podría llegar a ser una mascota excelente para tí. Son animales encantadores, pero precisan de unos cuidados específicos.

Cuidados
Las ardillas son animales frágiles y delicados, por lo que no debemos manipularlas en exceso. Pueden llegar a quedarse sin cola si se las agarra por ahí, ya que se trata de un apéndice muy delicado. Debemos proporcionar a nuestra ardilla un clima tranquilo, relajado, y sobre todo, una jaula muy grande y muy limpia. No debe darle directamente la luz solar, pero tampoco debemos situarla en un lugar oscuro.
Es difícil amaestrarlas, pero si lo consigues -con mucha paciencia- podrás soltarla por lugares controlados de la casa. Recuerda que congeniarán mejor con aquellas personas que las alimenten y las proporcionen ternura y seguridad.

Las ardillas son animales frágiles y delicados, por lo que no debemos manipularlas en exceso

Alimentación e interacción

En tiendas para animales encontrarás alimentos específicos para las ardillas. Comen diversos tipos de frutos secos y bayas como nueces, cacahuetes, bellotas, etc. También algunos gudsanos y pequeños insectos, como por ejemplo grillos o gusanos de la harina.
Las ardillas no son animales que interactúen mucho con los humanos, por lo que como cuidadores, deberemos darnos por satisfechos contemplando las reacciones del animal sobre su entorno y disfrutar viéndola jugar. Esparcen comida y excrementos constantemente, e incluso marcan con orina el territorio, por lo que si la vas a soltar, ten en cuenta que luego tocará recoger.
No es recomendable que convivan con otros ejemplares, ni aunque sean de la misma camada. No comparten alimentos ni tampoco territorio. Además, son animales diurnos, y por la noche necesitan lugares recogidos, sin ruidos ni luces.
Si te hemos convencido y quieres probar, recuerda que debe ser una mascota como cualquier otra, y no debes deshacerte de ella si la relación no funciona. Cualquier duda, consulta con tu veterinario.