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Tu brújula para el verano, cómo elegir un buen helado
Descubre el helado que más va contigo
MADRID |

Una cucharilla de madera y una tarrina de un acabado mate liso, que no permite la transmisión de frío del contenido. Como una pequeña y caótica montaña emergen sabores sutiles, un cromatismo casi sugerente y un sabor a caballo entre degustar una nube y saborear la ambrosía.

Es verano y los helados se presentan en este periodo como un oasis para combatir el calor de la calle. Pero como en todos los desiertos, el calor y las alucinaciones nos pueden confundir entre encontrar un buen oasis de helados o un espejismo de cosas frías azucaradas. Con estos 5 trucos vas a alucinar, pero de placer.

• ¿Dónde lo han guardado?

La temperatura de almacenamiento del helado oscila en torno a los -20º grados centígrados, por lo tanto, con una temperatura exterior de más de 40º grados, el buen heladero dejará reposar en una cubeta bien tapada nuestro gélido tesoro. No lo veremos hasta que lo coja con la paleta, para evitar así el conocido efecto del gradiente térmico.

• Temperatura en boca: Otro factor muy importante.

¿Cuántas veces nos ha pasado de helarnos la boca y los dientes? Pues esto se debe al porcentaje de agua en forma de cristales que tenga el helado, causada por la humedad del espacio donde se almacena. Nuestra sensación en boca ha de ser que el helado no esté congelado, sino fresco.

• La textura

Este punto es crítico pues si bien no hay textura definida, ya que hay muchos tipos de helado, lo que al menos ha de tener es, cremosidad casi plástica y un mínimo porcentaje de cristales, para mantener su finura.


• Sabores

Sobre gustos, colores, pero si estas dispuesto a probar sabores nuevos, los sabores con frutas ácidas tienen una grandísima afinidad, así como los helados de verduras, como calabaza y zanahoria. Y si eres un gran aventurero, prueba los helados de queso de cabra, polen…

• Toppings

Igual que el punto anterior, tú decides, pero si quieres la recomendación para hacer una combinación ganadora; si es un helado cremoso muy dulce, incorporar frutas ácidas, algún crujiente para conseguir la textura más interesante y por último algún tipo de jarabe de frutas ácidas o de chocolate para rematar con este placer veraniego.