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Cobo Calleja, inmune ante los estragos del Coronavirus
Alcalde, empresarios y responsables regionales abogan por la “tranquilidad” y “sosiego”
Fuenlabrada |

El gran puerto seco entre Asia y Europa, el polígono Cobo Calleja, ha resultado inmune a la ‘fiebre’ del Coronavirus. Consolidada como una de las áreas industriales más importantes de Europa con sede para más de 7.500 trabajadores, corazón de la importación de productos del gigante asiático, se ha erigido como el gran superviviente de la epidemia al no haber recibido apenas repercusión. La zona comercial funciona, según las autoridades, “a pleno rendimiento”.

Así se desprende de la visita que ha trasladado al alcalde fuenlabreño, Javier Ayala, al viceconsejero de Economía de la Comunidad de Madrid, Isaac Martín, y al embajador en funciones de China, Yao Fei, junto a empresarios orientales afincados en este enclave comercial, al epicentro del polígono. El embajador chino, Fei, ha asegurado que sus compatriotas “están sanos” tras haberse sometido, muchos de ellos, a “periodos de cuarentena voluntarios” con el propósito de evitar posibles contagios. Aunque el brote y la alarma social han incidido en las ventas de los comercios chinos en un principio, “de todo se sale”, admitía el representante chino, animando a la ciudadanía a acudir a negocios hosteleros y bazares sin miedo.

El polígono funciona al cien por ciento, según los empresarios. Imagen: Redacción

Fei ha asegurado que sus compatriotas “están sanos” tras haberse sometido, muchos de ellos, a “periodos de cuarentena voluntarios” con el propósito de evitar posibles contagios

Llamamiento a la tranquilidad

Todos han querido respaldar a los comerciantes recordando que, hace poco, se cumplió el 50 aniversario de este motor económico que sigue funcionando con normalidad. El mensaje, unánime: Cobo Calleja funciona al cien por ciento, con normalidad. En este sentido, los representantes políticos tranquilizaban a la ciudadanía, “no hay de qué preocuparse”. Las mascarillas agotadas en farmacias y bazares y las cuarentenas voluntarias atienden a razones de seguridad. La vida continúa lejos de Wuhan.