El PSOE en la Asamblea de Madrid llevó esta semana a la Comisión de Educación una Proposición No de Ley para solicitar al Gobierno Regional que se adelanten las obras de ampliación del centro escolar Yvonne Blake del barrio de El vivero y para que se solicite suelo al Ayuntamiento de Fuenlabrada para la construcción de un tercer colegio en este barrio, uno de los que más población joven acumula de la ciudad. Todo ello para paliar el problema de la falta de plazas educativas en el barrio. Pero, una vez más, el PP voto en contra de esta medida. A pesar de ello, la PNL quedó aprobada por nueve votos a favor y ocho en contra.
La diputada socialista Silvia Monterrubio fue la encargada de defender esta PNL e hizo un repaso de la breve y convulsa historia de colegio Yvonne Blake. Ya en 2007, el Ayuntamiento cedió una parcela a la Comunidad para la construcción del centro, pero no fue hasta el curso 2019/2020 cuando éste abrió. Y lo hizo de forma parcial ya que el Ejecutivo regional decidió construirlo por fases. Así, la primera solo contemplaba las clases para niños de la etapa de Educación Infantil. Ahora, esos niños ya están iniciando la Educación Primaria pero no tienen aulas ni espacio propio en el Colegio. Es el problema de ejecutar una infraestructura bajo esta fórmula.
Los padres y madres, el profesorado, el Ayuntamiento de Fuenlabrada, los partidos políticos (Unidas Podemos, Ciudadanos, PSOE, incluso Vox)… todos reclaman que se ejecuten las obras de finalización del centro ya. Pero lo único que han sacado a la Comunidad es el compromiso de que en septiembre del 2023 tendrán cuatro aulas más y para un año después, en 2024, se terminarán las instalaciones. Esto supone que habrá niños que pasarán gran parte de su Educación Primaria en clases habilitadas en espacios temporales como el comedor, el gimnasio o algún despacho.
La diputada socialista explicó que la falta de espacio ya afecta directamente a la calidad de la enseñanza en este centro. No tienen laboratorio, aula para refuerzos, aula TEA, ni siquiera tienen espacio en el patio.
El Partido Popular considera que Fuenlabrada no puede pedir más infraestructuras al perder población y tener una baja natalidad
Sin embargo, para el Partido Popular y sus representantes todas estas quejas no tienen fundamento ninguno. Y todo porque según los datos del INE Fuenlabrada ha perdido población desde 2010. Entonces tenía 198.000 habitantes y ahora cuenta “tan solo” con 192.000 habitantes. Así lo explica la diputada popular Marta Marbán de Frutos que, por alguna razón de difícil explicación, debe pensar que esos 6.000 vecinos que ha perdido Fuenlabrada en los últimos 12 años deben ser niños y niñas en edad escolar que han decidido cambiar de ciudad por lo que ya no se necesitan centros educativos en el municipio.
Otra de las explicaciones para la no conclusión del colegio Yvonne Blake se debe, según Marbán, en la baja natalidad de Fuenlabrada. “Por este motivo, lo que tienen que hacer los fuenlabreños, siempre según la diputada popular, es revisar y remodelar las infraestructuras actuales para ajustarlas a su realidad". Y el Ayuntamiento debe animar a sus vecinos a practicar la movilidad entre barrios. Es decir, que, si las familias no tienen colegio para sus hijos, lo que deben hacer es llevarlos a otro barrio que “las infraestructuras de Fuenlabrada les cuestan mucho a los madrileños”.
Marta Marbán también se acordó de los padres y madres de los alumnos del Yvonne Blake que, hartos de esperas y demoras, decidieron comenzar el curso protestando de una manera simbólica y llevaron a sus hijos e hijas el primer día de clase con camisetas verdes, chalecos y cascos de obra. Para la dirigente popular “me parece muy triste que se disfrace a los niños para ir a las aulas (…) porque nosotros no queremos circos”.
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Y terminó su intervención aludiendo a Mario Vargas Llosa “la justicia y la libertad supone reacondicionar todas las infraestructuras que nos cuestan mucho dinero a todos los madrileños en un municipio donde desgraciadamente la población está decreciendo (…) y lo que hay que hacer es trabajar esa movilidad y accesibilidad que tanto piden en algunos casos los del ‘patinete’ pero ahora parece que se les olvida rápidamente”.