La senadora y ex alcaldesa, Rita Barberá, ha fallecido esta misma mañana tras sufrir un infarto en el hotel donde se encontraba.
Vivía duros momentos de tensión tras ser imputada por el Tribunal Supremo por presunto blanqueo de dinero, cometido por su partido en el Ayuntamiento de Valencia. La senadora declaró este pasado lunes en el Tribunal Supremo y negó cualquier responsabilidad en el supuesto blanqueo de capitales cometido por el grupo municipal del PP en el consistorio que ella dirigió.
La ex-edil reconoció haber entregado 1.000 euros al partido en concepto de donación, una cantidad que nunca le fuer devuelta.
La senadora vivía momentos de tensión tras ser imputada por presunto blanqueo de dinero
Barberá fue citada por el magistrado de la Sala II Conde-Pumpido el pasado 13 de septiembre, y un día después el PP la forzó a darse de baja del partido tras 40 años de militancia. Ella, pese a la presión de su partido y de toda la oposición, mantuvo su acta como senadora, lo que le permitió mantener su aforamiento ante el Supremo y desmarcarse del resto de imputados.
Barberá amaneció esta mañana con síntomas de ansiedad y dificultad respiratoria, y fue atendida por los facultativos del Summa durante media hora en el Hotel Villa Real, situado frente al Congreso de los Diputados, donde se encontraba esta mañana.
Los facultativos no lograron reanimarla y finalmente, falleció a los 68 años de edad.
Barberá fue alcaldesa de Valencia de 1991 y a 2015, diputada por Valencia en las Cortes Valencianas entre 1983 y 2015 y, actualmente, era senadora por designación autonómica.