La polémica se remonta al pasado 12 de julio, en el Hospital de Fuenlabrada, cuando nació el pequeño ‘Lobo’. Ese día, los padres del pequeño fueron a inscribir el nombre de su hijo al Registro Civil de nuestra ciudad, pero el nombre no fue admitido, al entender que podía llegar a ser ofensivo.
“Una decisión basada en el criterio de una funcionaria que les informó por teléfono”, según han señalado los progenitores.
Ante la negativa del Registro Civil fuenlabreño, Ignacio Javierre y María Hernández pusieron en marcha una iniciativa en Change.org para pedir al Registro Civil de Fuenlabrada el permiso para poder nombrar a su bebé, con el nombre de ‘Lobo’, en la que han recabado más de 24.000 firmas a favor de poder nombrar a su hijo con el nombre que habían escogido.
“Pensamos que es injusto y que no pueden denegarnos el derecho a llamar a nuestro hijo Lobo", indicaban Ignacio y María ante las contras enfrentadas con el Registro, ya que tras declinar lo ofensivo del nombre, la funcionaria les negó la razón y el cambio de nombre por ser “Lobo un apellido en España”; algo que los padres del bebé no entendían ya que “existen multitud de apellidos en este país que coinciden con nombres propios”, como León, Vega o Delfín.
Una injusticia internacional
Ignacio, quien ha vivido en Escocia durante ocho años y dos en Australia, afirma que ‘Lobo’ (Wolf) es un nombre “bastante habitual”. Además, ha querido remarcar que numerosos personajes como Wolfgang (manada de lobos) Amadeus Mozart han alcanzado numerosos éxitos pese a llamarse de ese modo.
Además, en la Seguridad Social, el pequeño ‘Lobo’ sí es una realidad.
¿Nombre impuesto?
El desproposito llegó hasta tal punto, que un magistrado de Fuenlabrada avisó a los padres del bebé a que, si pasados tres días no se había comunicado un nombre alternativo a ‘Lobo’, se procedería a inscribirlo con el que se estime oportuno. Así lo indicaba una providencia, fechada el pasado 28 de julio, que se ha emitido de forma paralela a una resolución de la fiscalía, que también se opone a que el bebé se registre con este nombre, dejando, así, la decisión en manos de la doctrina de la Dirección General de los Registros y del Notariado.
Final feliz
Al final -y como no podía ser de otra manera-, los padres han podido respirar aliviados.
El director general de los Registros y del Notariado, Javier Gómez Gálligo, anunció el pasado miércoles 3 de agosto que tenía la intención de admitir ‘Lobo’ como nombre para un recién nacido, tal y como han pedido sus padres.
Gómez Gálligo adelantó que esta sería su respuesta cuando los padres del bebé recurrieran ante esta instancia del Ministerio de Justicia la negativa del Registro Civil de Fuenlabrada a ponerle Lobo de nombre al considerar que se trata de “un apellido común” en España.
Según una resolución del 2005, el responsable del Registro de Fuenlabrada “no ha actuado mal, sino que ha seguido el criterio establecido por la propia dirección general, que es la que ahora va a cambiar el criterio”, indicaba Gálligo en su informe, y prosigue indicando que “los usos sociales lo están convirtiendo en nombre y mucha gente se lo ha puesto de segundo para evitar la prohibición”.
De este modo, termina la mediática lucha de unos padres incansables. “Era imposible para nosotros llamarle de otra manera. Lobo es único, como su nombre”, señalaba Ignacio antes de conocer el final feliz.