Fuenlabrada, a través de la Asociación La Libélula, ha puesto a disposición de las personas que han vivido una situación de exclusión social, un piso compartido. Actualmente, tres varones con una media de edad de 48 años ocupan dicha vivienda desde hace varios meses, repartiendo los gastos y las actividades propias de la organización doméstica.
Los beneficiarios, que previamente han tenido que superar el itinerario de integración en el centro de Día para personas sin hogar que gestiona la Asociación, perciben una renta mínima (RMI) que les permite hacer frente y compartir gastos. Por ello, antes de acceder a la vivienda, deben firmar un firmar un contrato de convivencia que les compromete a cumplir una serie de normas y reglas.
“Se trata de que recuperar hábitos y habilidades imprescindibles para la convivencia, así como la organización de una casa: limpieza, higiene, colada, gastos y gestiones”, explica la concejala de Biénestar Social, Carmen Bonilla
Los inquilinos, deberán asistir dentro y fuera del piso a distintos talleres y actividades supervisados por una integradora social. Todo, con el objetivo de desarrollar las habilidades y recursos necesarios para la convivencia normalizada y autónoma.
Esta iniciativa forma parte del proyecto Focus Conviviendo y lleva funcionando desde finales del año pasado. Además está incluido en el convenio de colaboración que anualmente firman la Asociación Libélula y el Ayuntamiento.