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Entre música, títeres, batukada, cuentacuentos o gymkanas los niños de Fuenlabrada disfrutan del verano en las Fuenlicolonias.
Según explica a Soyde, la Concejala de Juventud e Infancia, Beatriz Peñalver, se trata de “un servicio de conciliación para los padres”, de esta forma, pueden tener entretenidos a los pequeños, mientras ellos trabajan.
El programa de Fuenlicolonias se desarrolla hasta el 7 de septiembre y participan niños y niñas de 3 a 12 años, ampliando la edad hasta los 21 en el caso de personas asistentes con diversidad funcional.
Varios centros escolares de la ciudad, como el Juan de la Cierva, donde más niños participan, además del parque de La Pollina, donde se desarrolla la Fuenlicolonia Verde, acogen este programa. Asimismo, en los polideportivos La Cueva, El Trigal y Loranca, se celebran durante estos días los campus multideportivos.
Este año, uno de los requisitos para poder inscribirse a las Fuenlicolonias ha sido que los dos padres trabajen, “porque el ratio es reducido y tenemos limitaciones de aforo”, puntualiza Peñalver. “Aun así, conociendo la situación, hemos ampliado este año los colegios para jugar y facilitar el respiro familiar, para las familias que no necesitan tanto conciliación sino cualquier otro tipo de servicios”, subraya.
De esta forma, se ha ampliado el servicio con “Coles para jugar”, fuenlicolonias con un horario más reducido de 9 horas a 13 horas, donde se fomenta sobre todo el juego. “A raíz de estos dos años que llevamos tan encerrados en casa, tienen que recuperar el tiempo perdido y seguir jugando”, reitera la concejala.
Se ha creado la Sala Nube, donde se traslada a los niños con temperatura alta.
Hasta 1.600 participantes se han involucrado este año en las Fuenlicolonias, entre los que hay más de 600 niños que están disfrutando de numerosas actividades al aire libre, así como asistiendo a talleres formativos sobre el Lenguaje de Signos o la prevención de “tecnoadicciones”, para ayudar a los niños a hacer un uso responsable de las tecnologías.
Estas sesiones están dirigidas a escolares de entre 7 y 12 años y se basan en el juego como método para el aprendizaje.
En esta edición se ha organizado un programa bajo el título “Somos Impulso” para fomentar valores sociales como la participación, el cuidado del medio ambiente, la educación, la multiculturalidad, la convivencia, la colaboración y el deporte.
Por otra parte, “uno de los apartados más relevantes de este proyecto”, recalca el consistorio, es la inclusividad para atender las necesidades de los niños y niñas con necesidades especiales.
Este verano, participan un total de 60 personas con diversidad funcional, tanto en el centro Sor Juana Inés de la Cruz como en el resto de coles que participan en este proyecto. La concejala de Juventud e Infancia asegura que “si hay algún niño con necesidades educativas especiales, se reduce el grupo para que el niño esté más cómodo”.
La participación, en general, ha aumentado respecto al 2020 que “hubo más miedo”, apunta Peñalver. “El año pasado teníamos 80 personas por colegio, este año se ha ampliado a 150, cuando en algunos colegios nos antes cabían hasta 300 niños. Estamos en un 50% este año”.
Para garantizar las medidas de seguridad por la pandemia de la COVID-19, se han tenido que reducir los aforos, con grupos de 15 niños y su monitor. Además, se están realizando controles de temperatura y el uso de mascarilla es obligatorio a partir de los 6 años. Los grupos de comedor también se han reducido y “en algunos colegios se han hecho dos turnos de comedor para que puedan comer todos tranquilos”, señala la concejala.
Destaca la incorporación de una “Sala Nube” a la que se trasladan los niños con la temperatura alta. Estos permanecen ahí para evitar que esté en contacto con otros niños, hasta que se les reduce la temperatura. En caso de no ser así, “se inician los protocolos de COVID-19”.
En cada edición, las Fuenlicolonias han ido innovando y mejorando su proyecto para ofrecer un programa de calidad y ha permitido atender las necesidades de miles de niños y niñas. En la última década han participado alrededor de 20.000 niños y niñas.