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La historia de la enseñanza a través de más de 1.500 objetos
Exposición “Sueños y Tizas”. IES Carpe Diem

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El Instituto Carpe Diem ha organizado la exposición "Sueños y Tizas"

Fuenlabrada |

El Instituto de Educación Secundaria Carpe Diem de Fuenlabrada emprendió hace unos meses un viaje al pasado para hacer un recorrido por la educación en España desde 1857, año en el que se aprobó la Ley Moyano, hasta 1990, ya con la LOGSE. Y lo ha hecho a través de más de 1.500 objetos que en su día fueron utilizados por profesores y alumnos.

En el hall del centro educativo podemos hacer un recorrido que nos muestra parte de nuestra historia y que despierta sentimientos nostálgicos en unos, los más mayores; y curiosidad entre los más jóvenes que ven cómo ha evolucionado la forma de educar.

Las vitrinas de la exposición guardan auténticos tesoros como los libros de Santillana de los años 80, con sus característicos colores; el Palau, con el que muchos aprendimos a leer; el Senda y sus ilustraciones de José Ramón Sánchez, Premio Nacional de Ilustración; el cuaderno de caligrafía de Rosita Serrano, de 1938; tebeos, expedientes de notas, cartas, agendas; pizarras, objetos de laboratorio… Pero también encontramos aquellos objetos que llenaron los patios de los colegios como peonzas, balones, colecciones de cromos, chucherías intactas de la época, etc.

Todo esto comenzó con la idea del director del Centro Carlos Tribaldo que propuso al profesor José Gabriel Barbero recrear un pequeño espacio con un pupitre antiguo y una pizarra para recibir a los padres.

Pero se dan cuenta que es algo que puede ir creciendo y desde el pasado mes de mayo comienzan una búsqueda de material que se va añadiendo a la muestra. Así, hoy cuentan con más de 1.500 objetos cedidos por sus propietarios que nos cuentan una historia maravillosa. Además, los visitantes pueden conocer qué se esconde tras cada uno de estos objetos gracias a un QR que nos lleva a una página donde nos explica su procedencia. Esa historia también se puede escuchar ya que la profesora Ana M. Escribano, junto a los alumnos, está creando continuamente audioguías a través de unos podcasts que se pueden escuchar en Spotify.

Carlos Tribaldo nos cuenta que uno de los objetivos que plantearon con esta exposición es “demostrar que en un Instituto se pueden hacer más cosas que dar clases” y han convertido los espacios comunes del centro en un museo temporal. En principio era una muestra que tenía una duración de tres semanas, pero gracias al éxito de la misma han ido ampliando el tiempo y estará, en principio, hasta final de este curso escolar “no dejamos de recibir visitas de colegios a disfrutar de la exposición”.

Esto está abierto a toda la sociedad, nos explica el director, que valora la exposición como “una joya en sí”. Igualmente, destaca “el valor pedagógico que tiene. Todos los profesores del centro bajan para enseñar a sus estudiantes un aspecto que consideran importante para trabajar con los alumnos en sus aulas. Por ejemplo, yo que soy profesor de Lengua, les pido que hagan un glosario”.

Otro aspecto que trabajamos con la exposición -continúa- es que los alumnos valoren la educación que reciben en la actualidad que es gratuita y universal, pero antes no era así. Los alumnos se sentaban en estos pupitres y después se iban a trabajar en casa, la educación era un valor excepcional. Ahora como es gratuita parece que no se le da valor”.

La exposición se puede visitar rellenado un formulario que está disponible en la página web del propio instituto. Para el público en general hay reservados tres días, martes, miércoles y jueves, entre las 16:00 y las 18:00 horas. Los viernes por las mañanas, está reservado para grupos de escolares.

La visita se puede completar con la realización de uno de los dos talleres disponibles: Uno sobre caligrafía y otro de pretecnología.