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La Iglesia de San Esteban cierra unos meses por reformas
El templo fuenlabreño, patrimonio cultural de la localidad, necesita una reforma integral de la cúpula y acabar con las grietas de la fachada
Fuenlabrada |

El pasado 14 de abril se celebró por última vez la misa dominical en la Iglesia de San Esteban Protomártir que ahora cerrará sus puertas por reforma. Los próximos tres o cuatro meses se llevarán a cabo una serie de trabajos urgentes para solucionar los problemas que presenta el inmueble. La actividad parroquial, obviamente, se deberá realizar en otros emplazamientos. Así, la misa de los niños y niñas de los domingos, se desarrollará durante las próximas semanas en el edificio de frente a la Iglesia. Y el resto de misas en otras iglesias de la ciudad.

Esta obra de reforma que ahora se acomete es fruto de un acuerdo que firmaron el pasado mes de diciembre la Diócesis de Getafe y el Ayuntamiento de Fuenlabrada. A la firma de esta colaboración asistieron el vicario general y moderador de la Curia, Javier Mairata; el arcipreste de Fuenlabrada y párroco de San Esteban, Alfonso Fernández Cupeiro; el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala; y los concejales Mónica Sebastián y Raúl Hernández.

El padre Alfonso explicó que el templo necesita "una reforma integral que acometa la mejora de la cúpula, las grietas y humedades de la fachada. Además, se requiere también una capa de pintura, entre otras cosas". Especialmente llamativa es la grieta que presenta la cúpula de la iglesia en su parte derecha, encima del retablo de San Esteban Protomartir y del de la Virgen del Pilar, que hace urgente su reparación.

El templo de San Esteban ya ha sufrido otras reformas a la largo de su historia. Los restos más antiguos que se conservan son de la primera mitad del siglo XVI, y corresponden al ábside y a los altos contrafuertes. El edificio se fue reformando y completando durante el siglo XVII hasta adquirir su conformación definitiva, y en los siglos XVIII y IXI se realizaron algunos trabajos puntuales.

Durante la Guerra Civil, la explosión de un polvorín en el centro de la ciudad provocó graves destrozos en la iglesia, especialmente en la fachada principal y parte de la nave. En 1945 comenzaron los trabajos de reconstrucción, a los que debe en gran parte su fisonomía actual. En esos años se levantó la torre actual, se construyó un nuevo altar para el Cristo de la Misericordia, y se consiguieron nuevas tallas para reemplazar las que habían sido destruidas. Finalmente, la iglesia fue reinaugurada por el arzobispo Casimiro Morcillo el 12 de mayo de 1950.

Una de las joyas del templo es su retablo mayor, de estilo churrigueresco, del siglo SVII en el que se sitúa un cuadro de San Esteban, obra de Claudio Coello, junto a las imágenes de San José y San Isidro Labrador. La iglesia tiene otras retablos pequeños y capillas con imágenes de San Estaban Protomártir, de la Virgen del Pilar, la Virgen de la Soledad, San Antonio, la Virgen del Carmen, el Santísimo Cristo de la Misericordia, el Nazareno y la Inmaculada Concepción.