Javier Ayala y su troupe (‘grupo de personas que van juntas o actúan de forma similar’, según la segunda acepción de la RAE para esta palabra) están exhibiendo cada día más nerviosismo ante el tramo final de su mandato. En las últimas semanas, los concejales de VOX hemos vivido en nuestras propias carnes actuaciones que denotan ese nerviosismo.
Instamos a los socialistas a tener una gestión más transparente que permita saber quién hay detrás de algunas modalidades de contratos. La respuesta del gobierno fue, tal cual, la falta de respeto personal y el insulto.
Instamos a los socialistas a tener una gestión más transparente que permita saber quién hay detrás de algunas modalidades de contratos
Y como nuestro grupo municipal parece ser la gran preocupación de Ayala, no se le ha ocurrido cosa mejor que mantener los adornos navideños rojos en la fachada de la Casa Consistorial tapando, diez días después de acabar la Navidad, solo un despacho. ¿Adivinan? Efectivamente, el nuestro, el de VOX. No hace muchos días se lo dije a nuestro alcalde: Ya le queda menos para dejar de ser alcalde y convertirse, como mucho, en el líder de la oposición.
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