Expuestos a las críticas, somos valientes y lo decimos: no existe ningún deporte más bonito y emocionante que el baloncesto. Todo puede cambiar en una jugada, en escasos minutos.
Ayer el Montakit Fuenlabrada nos lo volvió a demostrar en su debut en la Basketball Champions League. Se enfrentaba al Brose Bamberg, un ex Euroliga, en Alemania. Un partido complicado ante un rival mucho más experimentado en los encuentros continentales.
A pesar de un mal inicio en el partido, los de Agustí Julbe se rehicieron, firmando un parcial de 2-15 antes de llegar al final del primer cuarto. Un parcial firmado, sobre todo, por la buena mano del pivot nigeriano Talib Zanna.
Los locales buscaron en Tyrese Rice la reacción y, claro, con un jugador así, es mucho más sencillo que las canastas acaben entrando. Su entrada supuso, para los locales, firmar un parcial de 20-9.
Pero, ahí, justo antes del descanso, apareció Pako Cruz. El mexicano, que terminaría siendo el mejor del encuentro, encadenó varias acciones más que positivas, logrando el empate en el marcador con el que se llegó al descanso (44-44).
Los locales buscaron en Tyrese Rice la reacción y, claro, con un jugador así, es mucho más sencillo que las canastas acaben entrando
La gran dirección de Bellas, el poderío de Zanna y el acierto de Eyenga, guiaron al Montakit Fuenlabrada en el tercer cuarto. A los 6 minutos de la segunda mitad, los nuestros superaban por 8 puntos a los alemanes.
Pero, otra vez, Rice se encargó de cortar las alas a los fuenlabreños. A base de triples logró firmar un parcial de 18-8 para los locales, ante el júbilo de los aficionados.
A falta de 8 minutos para la bocina final, el Brose vencía por 68-66. Sin embargo, los nuestros no perdieron, en ningún momento, la cara al partido, sabedores de que tendrían su oportunidad. Y ahí llegó la épica.
Con tan solo 47 segundos para el final, todo hacía indicar que la primera victoria se quedaría en Alemania. El marcador reflejaba un 82-74 para uno de los grandes favoritos a ganar la Champions este año.
El acierto y la intensidad de los chicos de Julbe fueron suficientes para remontar. Con cuatro segundos para el final, el Montakit tenía la oportunidad de mandar el duelo a la prórroga. Tras sacar desde la línea de fondo, el balón llegaba a manos de Pako Cruz, que con una maniobra espectacular, daba la victoria a los fuenlabreños desde la línea de 3.