Eso es exactamente lo que está haciendo nuestro vecino Diego en Bélgica, donde reside desde 2013.
Ahora mismo vive en Lebbeke, un pueblo situado entre Gante y Bruselas, donde trabaja como fi sioterapeuta en un centro de rehabilitación y estudia holandés. “Menos mal que gran parte de la población habla inglés, algo que me hizo las cosas mucho más sencillas al principio”, comenta aliviado Diego.
Una gran oportunidad
Una enriquecedora oferta de trabajo y las ganas de emprender nuevos proyectos impulsaron a Diego a salir de España. Sin embargo, este fuenlabreño no sólo está disfrutando de una gran oportunidad, sino que además, ha encontrado un apoyo esencial en Ainhoa, otra aventurera de Alicante y un pilar indispensable en su día a día. “Ella hace que para mí todo sea más fácil”. Ambos viajan siempre que pueden desde el centro de Europa, y no sólo lo hacen por Bélgica, sino también por Alemania, Francia, Holanda o incluso Reino Unido. ¿Lo mejor de Bélgica? Sin duda, para este vecino del Arco Iris hay tres cosas que los belgas hacen como nadie: la cerveza, las patatas fritas y el delicioso chocolate.