Donde antes había una sala con amianto, sucio y lleno de trastos, ahora hay una sala diáfana de 40 metros cuadrados, bien acondicionada, con acometidas de electricidad y agua y, sobre todo, abierta y puesta a disposición de todas las asociaciones del municipio que quieran participar y formar parte de la vida social de la localidad.
Es el antes y después en la vida participativa de la localidad, donde todas las asociaciones serán tratadas por igual y tendrán las puertas abiertas de este espacio ubicado en La Navata para su uso y disfrute. Lo único que se requerirá es seguir unas normas de uso, con inscripciones y reserva previa de espacios para poder coordinar fechas y horarios, además de dejarlo todo en las mismas condiciones para que los siguientes puedan disfrutarlo por igual.
Además de acondicionar la zona exterior y de instalar una caseta de almacenaje, el siguiente paso será la limpieza final de obra y amueblar la sala para su puesta de largo final.
Tal y como ha explicado el concejal de Régimen Interior y Atención al Ciudadano, Román Robles, “se trata de lograr una participación abierta a todos, pero no de cualquier manera, nuestras asociaciones se merecen un lugar bien acondicionado, limpio y acorde a sus necesidades y, al mismo tiempo, que su participación este bien reglada y organizada para que todos tengan las mismas oportunidades de hacer uso de las dependencias municipales”.
Es el antes y después en la vida participativa de la localidad, donde todas las asociaciones serán tratadas por igual y tendrán las puertas abiertas de este espacio ubicado en La Navata