Resulta evidente que Airbus es un importante motor económico en Getafe, pero solo hace falta observar cómo los aviones sobrevuelan hasta el escudo de la ciudad para percatarse de que el sector aeronáutico forma parte del ADN getafense. Así lo siente Luis Ortega, presidente de la Asociación de Jubilados CASA-Airbus, que mira con preocupación la situación que atraviesa la planta que esta empresa tiene en la ciudad, que concentra 455 despidos de los 900 que se han anunciado en todo el territorio nacional. A este reajuste, que afecta a la división de Defensa, hay que sumarle los 275 despidos en la división Comercial, tal como anunció la compañía antes de la pandemia provocada por el coronavirus.
“La crisis en el sector la sufríamos antes de la pandemia, pero ésta ha formado un caos impresionante”, ha señalado Ortega, que insta a Airbus, CASA y el pueblo de Getafe a “ir de la mano” para defender el empleo y a todos “los compañeros de la industria y de las empresas auxiliares”. Y es que, como corrobora el secretario de UGT Getafe, Raúl Fernández, la crisis a la que se enfrenta el sector aeroespacial no afecta únicamente a los empleados de Airbus sino a “todo el entramado de empresas que rodean a este sector industrial”.
Los sindicatos apuntan a una notable disminución en la carga de trabajo de las factorías españolas y Fernández asegura que esta es la problemática estructural que se arrastra desde hace años, aunque con la llegada del Covid se ha hecho más evidente y ha traído “la consecuente reducción de trabajadores”.
Los sindicatos plantean la necesidad de asegurar un futuro en el que el sector aeroespacial sea estratégico
El representante sindical que preside el Comité Interempresas de Airbus, Francisco San José, ha manifestado su rechazo al planteamiento de ajuste y asegura que se están planteando alternativas para frenar la debilitación de un sector que quieren “que se considere estratégico y esencial para este país”.
Aunque las soluciones que plantean los sindicatos están realizándose en el ámbito negociador con la dirección de la empresa, San José ha asegurado que se está exigiendo “que la Administración local, autonómica y nacional se involucre”. En este sentido, la solución pasa por abrir una vía de negociación en la que participen “la dirección de la multinacional, el Gobierno de España y los agentes sociales” para ser garantes de un acuerdo que derive en un plan industrial que visibilice el sector para los próximos 15 o 20 años.
“Si le va bien al sector aeroespacial, le va bien a Getafe”. Así de contundente se muestra la alcaldesa, Sara Hernández, cuando se trata de mostrar su apoyo a los trabajadores de la planta de Airbus.
De hecho, la regidora getafense anima a la ciudadanía a sacar “las garras de la lucha obrera” para defender el sector y el empleo de los trabajadores de la planta de la empresa en el municipio y apoyó la manifestación del pasado 23 de julio para mostrar el rechazo a los despidos anunciados y asegurar el futuro del sector.
Para la mandataria local, la convocatoria de la manifestación se presentaba como una oportunidad para reivindicar el sector aeronáutico como un sector estratégico en Getafe y en España y, con este objetivo, pedía a la vecindad que saliese a la calle y viviese, “de nuevo, el espíritu luchador y de clase obrera”. Y es que, la movilizacion recibió a Hernández como alcaldesa, pero también como vecina que ha crecido viendo la base aérea. “Sentimos Airbus como parte de nuestra Historia”, sentencia.
Las últimas informaciones revelan que el Gobierno central y el CEO de Airbus, Guillaume Faury, han mantenido una reunión para analizar la crisis provocada por la pandemia y cómo afecta al sector. Tanto el Gobierno de España como la empresas han alcanzado el compromiso para actuar para "sentar las bases de futuro crecimiento y desarrollo de tecnologías y capacidades sectoriales, a la vez que contribuirán a minimizar el impacto sobre el empleo". En este sentido, el Gobierno español se ha comprometido a impulsar un Plan Tecnológico Aeronáutico, ligado a los Fondos de Recuperación Europea.
Los sindicatos valoran positivamente el acuerdo alcanzado, aunque se mantienen expectantes para ver si este compromiso se traduce en una realidad material que satisfaga sus reivindicaciones.