La nueva Ordenanza Municipal de Medioambiente ha endurecido la lucha contra quien no utilice las papeleras. Así, el Ejecutivo local ha avanzado que someterá a consulta pública previa la misma durante un plazo concreto de 20 días. El borrador que se está confeccionando contempla multas de hasta 750 euros para personas que tiren al suelo chicles, colillas, cáscaras o papeles. Sin embargo, mayores serán las sanciones para quien abandone cadáveres de animales en terrenos de dominio público.
Tampoco estará permitido desentenderse de muebles y enseres en la vía pública sin haberlo comunicado previamente al servicio municipal de recogida establecido para estos residuos o dañar el mobiliario urbano. Las infracciones, catalogadas como graves o muy graves, alcanzan sanciones que oscilan entre los 750 y los 3.000 euros.
¿Persecución de la propaganda?
El Gobierno municipal ha decretado prohibidos los actos de propaganda comercial o de ofrecimiento de servicios de cualquier clase; es decir, aquellos que supongan lanzar o entregar en mano papeles, folletos, pasquines u otros documentos similares. De igual forma ocurrirá en caso de depositarlos en los parabrisas de vehículos estacionados en la vía pública. Tampoco se podrán pegar carteles en vallas, edificios, farolas y mobiliario urbano, nada fuera de los espacios publicitarios habilitados específicamente para ello.