Los trabajadores de la empresa griñonense de Schneider Electric Ibérica siguen su larga lucha contra los planes de la empresa de efectuar la deslocalización de la fábrica madrileña que podría dejar en la calle decenas de empleados.
El pasado 25 de octubre se produjo una reunión del comité de empresa con la Dirección de la compañía y el 31 de octubre se produjo la mediación en el Instituto Regional de Mediación y Arbitraje de la Comunidad de Madrid. Y el resultado de estos encuentros fue calificado por los representantes de los trabajadores como “un insulto, una burla, una falta de respeto inmensa al conjunto de los trabajadores y de las trabajadoras”.
En estas reuniones han constatado la absoluta falta de compromiso hacia su centro de trabajo y las personas que allí trabajan, sumado a la ignominia de llevar dos años engañados con falsas esperanzas de proyectos que nunca se han materializado. La dirección de Schneider sigue sin apostar por un plan industrial que garantice la carga de trabajo con proyectos a medio y largo plazo, y dan por concluida la deslocalización de la principal línea de producción, lo que supone el despido de 87 trabajadores y trabajadoras, prácticamente el 50% de la plantilla, aseguran.
Para los trabajadores es indignante comprobar que a una planta competitiva, rentable e indispensable para el cambio de modelo energético de nuestra región, con una plantilla preparada y capacitada para encarar cualquier proyecto que se le asigne, como han demostrado desde hace años, la única propuesta planteada es el paro y un futuro incierto, también para los cientos de empleos de las empresas que dependen de su actividad.
Ante esta absoluta falta de compromiso de Schneider la Asamblea de trabajadores del pasado 26 de octubre decidió realizar unos paros de 24 horas los días 8, 10, 17 y 24 de noviembre. Las acciones reivindicativas se completan con la manifestación que se produjo el pasado día 8 de noviembre en Madrid.