Durante los últimos años, muchos vecinos y vecinas de Griñón tenían la tasa de basuras bonificada al 100% debido a que se acogían a una normativa municipal por la que si utilizaban al menos 10 veces el punto limpio municipal se les bonificaba dicho tributo. Para ello, el año anterior tenían que llevar sus residuos al punto limpio donde se les iba sellando una tarjeta que debían presentar al año siguiente. Sin embargo este 2025 toda ha cambiado. Los vecinos que están presentando su tarjeta convenientemente sellada del 2024 ven que ya no sirve para obtener esta bonificación lo que está provocando algunas quejas en las redes sociales. Afirman que de haberlo sabido no se habrían preocupado en rellenar la tarjeta y reclaman que se les debería haber informado antes.
Estos cambios se deben a la entrada en vigor de la nueva tasa de basuras que se detalla en la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular que transpone a nuestra legislación la directiva europea 2008/98/CE Marco de residuos que nuestro país estaba incumpliendo por lo que se arriesgaba a sanciones de las autoridades comunitarias. Esta nueva tasa debe ser específica, diferenciada y no deficitaria y debe permitir implantar sistemas de pago por generación, es decir, que pague más quien más residuos genere. Todos los ayuntamientos de España sin excepción tienen la obligación legal de poner en marcha la tasa de basuras, aunque hay algunos, como el de Leganés, que han decidido no aprobarla arriesgándose a graves consecuencias legales.
El alcalde, José María Porras, ha respondido a las quejas vecinales y ha compartido una carta que está buzoneando el Ayuntamiento en la que se explica la postura del Consistorio. En la misiva, el regidor griñonense detalla que "hasta ahora, Griñón ha disfrutado de una bonificación del 100% en esta tasa (que en su día salió adelante únicamente con el voto favorable de este equipo de Gobierno), siempre que los vecinos entregaran una tarjeta con 10 sellos que acreditaran visitas al punto limpio durante el año anterior. Sin embargo, os comunico que este sistema dejará de aplicarse en 2025. Aunque se entreguen las tarjetas como todos los años (Enero-Marzo), no se aplicará ninguna bonificación, ya que este tipo de bonificaciones generales del 100%, no se permiten con la Ley 7/2022 aprobada por el Gobierno de España".
"Esta nueva ley -continúa la carta- obliga a todos los Ayuntamientos a imponer una tasa de basuras y, además, establece un nuevo impuesto en vertederos (...) y para 2025 se gravará con 80 euros por tonelada de residuos no reciclados que se envíen al vertedero".
El alcalde critica esta medida ya que considera que gran parte del dinero recaudado irá destinado directamente al Estado pero serán los ayuntamientos los que reciban las quejas de los vecinos por lo que cree que es "una jugada maestra". Afirma que hace unos años no se pagaba por verter pero que ahora ese coste se ha ido aumentando.
Efectivamente, no fue hasta el 2023 cuando se obligó a las Comunidades Autónomas a establecer un canon por verter residuos y, además, se armonizó dicho tributo. Esto fue debido a que hasta el 2022 nueve de las 17 autonomías tenían este gravamen lo que creo el denominado "turismo de residuos" ya que había empresas que recorrían decenas de kilómetros para verter residuos en la Autonomía en la que menos se pagaba. Madrid era una de esas Comunidades que no tenían un pago por verter hasta que se aprobó en la Asamblea de Madrid la ley de residuos que lo impuso en el año 2022.
La nueva tasa que ahora deben abonar todos los vecinos incluye el pago al vertedero, un impuesto estatal pero que está cedido a las Comunidades Autónomas. Por ello, el alcalde explica que "a pesar de la eliminación de la bonificación, os pido que sigáis acudiendo al punto limpio y separando correctamente los residuos. Es fundamental porque cuantas menos toneladas de residuos mezclados (sin separar) enviemos al vertedero, menos tendrá que pagar el Ayuntamiento por este nuevo impuesto y menor será el impacto en la tasa de basuras en el futuro".
Además, José María Porras añade que "si no reciclamos, el coste aumentará, y esto podría obligarnos a subir la tasa en los próximos años, pues la ley obliga a calcular el valor de la tasa en función del coste real y efectivo del servicio. Si entre todos logramos incrementar el reciclaje, será posible estudiar bonificaciones concretas, y ver porcentajes de rebaja, en función de aquellos factores que permita la normativa estatal. Ya estamos estudiando esta posibilidad para 2026, teniendo en cuenta la ley".
Hay municipios, como Fuenlabrada, que ha bonificado la tasa a sus vecinos hasta un 30% por apuntarse como usuarios del punto limpio municipal. Se trata de una medida que no estaba claro, en principio, que permitiera la normativa, pero el Ministerio de Hacienda ha dejado claro que son legales estas bonificaciones en una nota aclaratoria en relación con el establecimiento y la gestión de la tasa local de residuos sólidos urbanos.
El equipo de Gobierno de Griñón se ha posicionado radicalmente en contra de esta nueva tasa de basuras y critican abiertamente la medida tal y como han hecho todos los consistorios gobernados por el Partido Popular. Porras considera que "afecta injustamente a los vecinos y limita la capacidad de los Ayuntamientos para decidir sobre su propia gestión fiscal. Desde siempre hemos defendido que los vecinos de Griñón paguen los menores impuestos posibles, pero nos vemos obligados a cumplir con esta imposición estatal".
No obstante, recuerda que "pese a esta nueva carga, Griñón sigue siendo uno de los municipios con menor presión fiscal de la Comunidad de Madrid, con un tipo impositivo del IBI del 0,42 (muy cercano al mínimo permitido por la ley, que es del 0,40). A igualdad de valor catastral, los vecinos de Griñón pagan hasta la mitad de lo que se paga en otros municipios".