Los cuidadores son las personas que acompañan y se responsabilizan diariamente de la mayoría de los cuidados que otro necesita.
En España, por razones culturales, la mayor parte de los cuidadores son mujeres, entre los 45 y 64 años de edad y que habitan en la misma vivienda que la persona cuidada, lo cual suele implicar un parentesco familiar directo siendo casi siempre hijas o esposas de los mismos. Sin embargo, esta situación está cambiando, ya que cada vez son más los hombres que asumen más responsabilidad en los hogares y en el cuidado de sus miembros.
¿Qué hacen?
• Proporcionan cuidado y supervisión a la persona cuidada, asumiendo sus responsabilidades.
• Toman decisiones de forma individual y conjunta con el resto de familiares respecto a la persona cuidada. • Conocen y dan los cuidados específicos para las necesidades de la persona a quien se cuida (baño, aseo, medicación…)
• Compatibilizan la labor del cuidado con el resto de actividades de su vida diaria (trabajo, relaciones…), asumiendo los cambios en la organización de su vida personal.
¿Qué repercusiones puede tener en sus salud?
La persona que cuida puede presentar problemas físicos, psicológicos y sociales, que repercuten en su salud y bienestar:
• Sensación de cansancio, molestias musculares (espalda, brazos), dolor de cabeza, alteraciones digestivas…así como empeoramiento de problemas de salud previos.
• Alteraciones del estado de ánimo (tristeza, desesperanza), ansiedad, problemas de sueño (insomnio), sentimientos contradictorios (amor-odio; culpa-tristeza…) y preocupación por su situación.
• Modificación de las relaciones personales y familiares: problemas de pareja, tendencia al aislamiento (dejar de salir con amigos, compañeros…)
• Cambios en el comportamiento (aislamiento, perdida de actividades de ocio…) y dificultades para tomar decisiones (trabajo, familia, tiempo libre…)
• Menor atención en el cuidado de uno mismo, dejando de realizar hábitos beneficiosos para su salud por falta de tiempo y sobrecarga emocional y física.
¿Cómo se si debo pedir ayuda?
Pida cita a los profesionales (enfermera, médico…) de su Centro de Salud si experimenta alguna de estas señales: • Consumo excesivo de sustancias excitantes (café, té, ).
• Comienzo o aumento el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas.
• Consumo de medicamentos o sustancias no indicadas por un profesional sanitario (somníferos, tranquilizantes)
• Sensación de cansancio todo el día, dificultad para dormir, sueño poco reparador o alteraciones del apetito. • Cambios frecuentes del humor y del estado de ánimo: desgana, irritabilidad, tristeza, no disfrutar de cosas que antes nos agradaban…
• Dejar de salir y de relacionarse con otras personas.
El bienestar del cuidador mejora si...
• Cuida de su propia salud.
• Recibe apoyo, reconocimiento y comprensión de la familia y amigos; apoyándose en los mismos y delegando funciones.
• Cuenta con ayuda profesional (enfermería, medicina, trabajo social) y participa en diferentes actividades formativas.
• Dispone de apoyo institucional (centros de día, ayuda a domicilio…) permitiéndose “tiempos de respiro”.
• Adquiere conocimientos y habilidades para afrontar y resolver los problemas derivados del cuidado (manejo postural, alimentación, higiene…) ¡CUIDATE, PARA PODER CUIDAR!