Los vecinos afincados en la Comunidad de Propietarios calle Isla Cabrera 3 y 4 de Humanes de Madrid, han puesto el acento sobre una problemática referida al rastrillo que periódicamente inunda las citadas vías.
“Los vecinos sufren constantes trastornos: la grúa se lleva los coches aparcados por el cierre de la calle, los comerciantes anclan los toldos en las fachadas, entran en las urbanizaciones, se orinan en el portal e insultan a los vecinos”. Asegura la comunidad de vecinos de la zona.
Pasividad institucional
Los vecinos, hartos, reconocen haber acudido al consistorio humanense con el firme propósito de encontrar una solución; sin embargo, “nos comentan que no pueden hacer nada al respecto”. Pero ellos sí tienen una alternativa. Entre las sugerencias vertidas al ayuntamiento, destacan trasladar los puestos a la zona central o al recinto ferial.