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Toneladas ingentes de ropa usada se amontonan en tres naves abandonadas del Polígono Industrial La Fraila, de Humanes, desde hace años. Hablamos en Televisión Digital de Madrid con Raúl Navarrete, portavoz de Ecologistas en Acción, sobre el origen de esta problemática y los riesgos medioambientales y de seguridad que entraña: "Esas naves quedaron vacías cuando la actividad que se llevaba a cabo en las mismas cesó a consecuencia de la crisis; fueron embargadas por un banco y antes de la pandemia las ocuparon personas que guardaban allí fardos de prendas de segunda mano, suponemos que para negociar con ella y revenderla, pero sin los permisos necesarios; la luz la tenían enganchada, no pagaban alquiler...y ahora se han ido, dejándolas llenas hasta el techo de montones de ropa".
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los dueños de naves colindantes es el saqueo, ya que "los amigos de lo ajeno pueden acceder a las propiedades que sí están en actividad, y los afectados denuncian robo de cables de cobre, material y todo aquello que luego se pueda vender como chatarra". Por otro lado, existe un alto riesgo de incendios, ya que ese material textil, especialmente de composición mayoritariamente acrílica, es "fácilmente inflamable ante cualquier fuente de calor, y puede destruir los locales próximos". Además, "debido a la humedad y al cobijo que suponen estos fardos de ropa, aumentan las poblaciones de ratas, cucarachas y otras especies en la zona".
Es bastante preocupante a nivel medioambiental el modelo que actualmente tenemos de producción, consumo y desecho casi inmediato de la ropa
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El portavoz de Ecologistas en Acción subraya que esta situación supone "un desastre para el sistema de recogida y reciclaje de residuos textiles. La ropa ya fabricada no implica mayor problema, pero la cuestión es que para su elaboración se calcula que llegan a la atmósfera el 10% de las emisiones totales de efecto invernadero generadas por el Ser Humano, así como un consumo ingente de agua y productos químicos que contaminan, por lo cual es bastante preocupante a nivel medioambiental el modelo que actualmente tenemos de producción, consumo y desecho casi inmediato de la ropa. Con la publicidad y marketing antes se fomentaba un cambio de temporada casi trimestral, pero ahora se hace incluso más a menudo, con una frecuencia prácticamente mensual, lo que convierte a todo el ciclo proceso en un proceso pantagruélico".
Una forma de proceder que "está causando desabastecimiento de agua y la llegada de tintes artificiales al curso de la misma en los países en los que se elaboran estas prendas, fundamentalmente en Asia". Desde la Asociación piden a la población que "ahora que nos acercamos a una gran crisis económica y social, haya una mayor concienciación en el uso de estos productos".
Navarrete asegura que la limpieza de los recintos corresponde a sus legítimos propietarios, y en este caso, el dueño es una entidad bancaria, "que está haciendo una dejación de funciones, las puertas están arrancadas y la ropa sale por ellas y está deformando los portones por el propio peso de tantas toneladas". Ante la falta de actuación por su parte, "tanto nosotros como los propietarios de naves que sí están operativas venimos pidiendo soluciones desde el principio, dado que existe un sistema de recogida y tratamiento de ropa usada que se debe poner en marcha para dar salida a estas prendas".
El Ayuntamiento no puede, por el momento, llevar a cabo ninguna actuación al respecto, debido a que se trata de una propiedad privada y la limpieza del Polígono también está en manos de particulares. En este punto, el portavoz de los ecologistas indica que "hay que hacer referencia a la decadencia de estas áreas, que en casos como éste tienen la mitad de sus naves cerradas, siendo en algunas situaciones su nivel de ruina tal que hasta carecen ya de tejado y se han llegado a derrumbar".