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Tribuna Abierta Cs Humanes de Madrid
El estigma del político
Humanes de Madrid |

Hay muchos motivos por los que la política tiene tan mala fama, entre ellas está la falta de sinceridad, el nulo esfuerzo en escuchar a la gente, el aumento de la crispación, las constantes contradicciones entre lo que se dice y lo que se hace y, por último, la soberbia de algunos políticos que se ven por encima de los demás, creyéndose con un exceso de poder que, por desgracia, muchos votantes acaban asumiendo como tal y atribuyéndoles una condición superior al resto de ciudadanos, que no debería ser, y que, por supuesto, no lo es en realidad.

Nunca me ha gustado hablar mal de los demás y por ese motivo hablaré solo de mí y de mis experiencias como concejal en Humanes de Madrid. Desde que entré en política, hace menos de tres años, tenía clara mi intención, no cometer ninguna de las causas que motivaban el rechazo a los políticos. Eso me hizo dirigir mi interés hacia mis vecinos, escuchándolos e intentando serles de ayuda en sus reclamaciones, propuestas o sugerencias. Me propuse ser su voz en los Plenos, ya que estos suelen ser a horas complicadas para asistir y además no pueden participar en ellos porque no hay un reglamento que así lo permita. He intentado ser un vecino más, antes que un político, estando más cerca de ellos que del Ayuntamiento.

He evitado enfrentamientos con el resto de partidos, e incluso en ocasiones los he apoyado abiertamente, fueran de oposición o de Gobierno. Además, he tratado de ser siempre coherente, manteniendo mi palabra para evitar que me pusieran colorado con alguna contradicción. Y por último, he tratado de igual a igual a todos los vecinos que me han contactado, pidiendo por favor, dando las gracias y pidiendo perdón si así era necesario. Por desgracia, a pesar de todo mi esfuerzo en evitar ser visto como un político más, el acta de concejal parece conceder unas condiciones personales, que aunque uno no las tenga, los demás dan por hecho que las tienes y pasas a ser uno más del gremio político.

El acta de concejal ya te lleva al “lado oscuro” por muy buenas que sean tus intenciones

El acta de concejal ya te lleva al “lado oscuro” por muy buenas que sean tus intenciones y tus acciones, muchos vecinos ven imposible verme como un vecino más ya que mi puesto político me identifica. También es verdad que ven algo distinto en mí, quizá como un político algo diferente, lo cual me posiciona entre los mejores de los “malos”. Entre la arrogancia de algunos políticos y el prejuicio de una gran parte de la población, convierten a cualquier político en una persona de dudosa integridad, con ausencia de credibilidad y con gran ambición e interés personal. Lamentablemente ese prejuicio es muy complicado de revertir y eso hace que casi ningún político tenga nunca la confianza de la mayoría, solo por el hecho de serlo.

Aun es más grave a la hora de encontrar nuevas personas que se quieran meter en la política, será difícil que alguien honesto y sincero quiera hacer tanto esfuerzo por intentar convencer a los demás teniendo un hándicap tan grande. De esta manera sólo estarán en política los que ya saben que tienen esa reputación y no les importe mantenerla. Y así la política irá cada día empeorando y teniendo peor imagen y aunque gran parte de culpa la tengan algunos políticos, el principal problema radica en la mala fama que se les presume.

Tenemos que cambiar esa forma de ver al político, en el fondo todos somos personas y se nos debería juzgar por nuestras palabras y nuestros actos y no por un cliché que todos hemos asumido como cierto erróneamente. Esa “marca” no debería ser la primera característica para valorar a alguien sin ni siquiera conocerlo, deberíamos esforzarnos por dar una posibilidad al político que parezca tener buenas intenciones, sea del partido que sea, sin prejuzgar.

Y ya, si fuera posible, deberíamos quitar el estigma, no sólo de los que están en política, también de los que ya estuvieron en listas y parece que tuvieran que sufrir una penitencia por haberlo vivido, y de aquellos que tienen ilusión por cambiar, por innovar, por modernizar y por mejorar su municipio mediante la única manera de hacerlo, desde dentro, desde la política.

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