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Hace recientes fechas, concretamente, en el mes de marzo, Hispania Nostra incluía dentro de su lista roja del patrimonio al edificio Kodak. De esta manera, esta obra se encuentra en peligro de desaparición, destrucción o, incluso, alteración esencial de sus valores.
Una noticia que mantiene alerta a la asociación La Encina, la cual hace cinco años había solicitado que el edifico Kodak se incluyera en Hispania Nostra. “Desde 2007 trabaja para dar a conocer y proteger aquella parte del Patrimonio Cultural y Natural que se encuentra en abandono y en peligro”, explican dese la asociación.
La empresa Kodak, conocida por ser fabricante de productos para la fotografía para el cine, decidió instalarse en Las Rozas. “Con esto, puso un cambio de paradigma en esta zona, porque pasaba de ser una zona de cultivo, una zona rural, a ser una empresa pionera en el mundo de la fotografía y una multinacional”, argumenta Mariano Gómez Isern, miembro de la Junta de La Encina.
Sin embargo, para el miembro de la Junta no solo supone una empresa, según nos ha manifestado, “a nosotros nos gusta llamarlo conjunto Kodak porque además del propio edificio, el conjunto supone la arboleda de la parte posterior de la obra”.
“Además del edificio tan interesante desde el punto de vista arquitectónico, tenían un set de rodaje, donde se hacían pruebas y se podían hacer visualizaciones de películas, además de las personas de toda Europa que acudían para la formación”, continúa declarando Mariano.
En el momento en el que la constructora, tras el beneplácito de la administración municipal de Las Rozas y de la Comunidad de Madrid “decidió cambiar el Plan General y pasó de ser oficinas a ser un nuevo barrio (un bloque de casas y oficinas)”. Por ello, la asociación de La Encina decide solicitar que el conjunto Kodak se incluya en el catálogo de bienes protegidos del Ayuntamiento.
Tras la incorporación de Kodak en el catálogo de bienes protegidos, desde la asociación perciben que la constructora “persiste en su idea de derribar para hacer casas y es cuando solicitamos a Hispania Nostra protección, solicitando que se incluya en la lista roja de patrimonio en peligro, como una forma de poner en valor la importancia de la zona y del edificio y todo su conjunto”, añade Gómez Isern.
Así, desde la asociación se encuentran contentos porque tras su petición hace unos años, Hispania Nostra ha contestado, “aunque haya llegado un poco tarde”.
Hay contradicción entre la administración de Las Rozas y la Comunidad de Madrid
Mariano continúa explicando que la constructora “persiste en su proyecto talando centenares de árboles, han derribado parte de la nave donde se hacían los rodajes”. Pero esto no es todo lo que preocupa al miembro de la Junta de La Encina, “detrás del edificio para parte del canal de Guadarrama, una construcción pionera del siglo XVIII, declara bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid”.
Pero la constructora tiene más ideas para este edificio. “Tienen pensado convertirlo en un centro comercial”, aclara Gómez, quién además añade que “es innecesario porque Las Rozas ya cuenta con bastantes, además de que va a llevar un colapso mayor de la carretera de la A-6, más contaminación, va a verter más carbono a la atmósfera y no va a añadir más valor a la zona”.
Por su parte, desde la asociación también decidió presentar un proyecto a la Comunidad de Madrid y al Ayuntamiento de Las Rozas. “Un proyecto para que fuera un centro cultural, donde se pudieran desarrollar actividades culturales tanto para el municipio como para la región”, nos expone Mariano.
Centrándose en el Ayuntamiento de Las Rozas, Mariano nos explica que han hecho llegar su proyecto al Consistorio. “Nos hemos entrevistado con ellos y con el vicepresidente de la Comunidad de Madrid en aquel momento, Ignacio Aguado”, aclara el miembro de la Junta.
Sin embargo, parece ser que Gómez Isern no está contento con la reacción de ambas partes. “No han mostrado ningún interés en llegar a algún tipo de soluciones. Es más, les dieron las licencias para que se hicieran las calles, pero esto es una señal más la contradicción que tiene la administración de Las Rozas y de la Comunidad de Madrid, que, por un lado, declara bien de Interés Cultural y, por otro lado, permite que una calle pase por encima”, argumenta.
Así, ha finalizado diciendo que “nunca han mostrado sensibilidad suficiente para que este conjunto pionero se le diera en valor y permitiera que los ciudadanos de la comunidad pudieran disfrutar de un centro cultural y no de un centro privado para lo que decida la constructora”.
Por su parte, este medio se ha puesto en contacto con el Ayuntamiento de Las Rozas para que nos cuente su versión sobre esta situación, quiénes han explicado que en cuanto a la finca de Kodak, "es importante señalar que el muy alto nivel de protección medioambiental contemplado en la normativa que la afecta, y que supone la obligatoriedad de preservación de aproximadamente 190.000 ha de la misma, en base a una modificación del PGOU de 1994 -que solamente protegía alrededor de 20.000 ha-, realizada en 2014. Cabe mencionar, al respecto de la preservación del valor de la finca, la inclusión en esta superficie protegida de los vestigios de interés del trazado del Canal de Guadarrama que alberga la misma. A ello se suma la ineludible aplicación de las ordenanzas actuales sobre arbolado, ajustadas, como no puede ser de otra forma, a la normativa de la Comunidad de Madrid".
Asimismo, han añadido que "en cuanto al propio edificio, el Ayuntamiento de Las Rozas lo ha incluido en su relación de bienes de interés municipal, con el objetivo, por tanto, de que cualquier proyecto llevado a cabo deba conservar los aspectos más singulares de la construcción, como es la vista frontal del mismo, entre otros."
“Estamos vigilantes con el cumplimiento de la licencia”, declara Mariano, quien además argumenta que han talado cerca de trescientos árboles y “la licencia permitía llegar a 1.000 árboles. Por eso estamos vigilantes, para que no se exceda lo permitido”. Pero esta no es la única preocupación, “estamos vigilantes de que el canal del Guadarrama no se perjudique más de lo que se ha hecho”.
“Esto ha producido preocupación e indignación porque cuando se hace este tipo de actuaciones se pueden seguir con otros lugares del municipio”, finaliza el miembro de la Junta de La Encina.
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