Cuando este mes de agosto los vecinos que viven frente a la Finca de La Talaverona empezaron a ver que se abrían zanjas y pasaban vehículos pesados en ese entorno natural saltó la voz de alarma. Comenzaban las obras de un proyecto medioambiental que quienes lo redactaron aconsejaban, textualmente, que “…Es necesario con anterioridad llevar a cabo una campaña de información social, capaz de hacer entender al visitante la justificación de la intervención. Este hecho se considera importante dado el alto grado de sensibilización actual del público en referencia a los temas medioambientales, y sobre todo a la mala calidad de la información que le llega, muchas veces incompleta.” ¿Con cuántos vecinos se reunió el Gobierno Municipal? ¿A cuántas asociaciones consultó este proyecto que se redactó hace un año?
La participación de la ciudadanía en la “cosa pública” no es algo que le guste al PP. “Libertad”, como predicó Ayuso, sí, pero escuchar a quien quiera ejercer esa libertad para participar, de eso nada. Una cosa es predicar y otra dar trigo.
En Las Rozas se aprovechó la desaparición de los Plenos Municipales presenciales, por el COVID-19, para hacer desaparecer también la opción existente de que los vecinos pudieran preguntar: ni telemáticamente, ni registrarlas por escrito con posterior respuesta en el Pleno. Nada. Fue nuestra moción de Abril: el PP se abstuvo y sigue sin hacerlo. Se incumple sin pudor el propio Reglamento Orgánico Municipal. Seguiremos insistiendo.
La vigente Ordenanza Municipal de Participación es del año 2000 y nunca llegó a cumplirse en su totalidad
El PP también incumple sin sonrojo la Ley. Hace más de un año somos Gran Población. Por ello es obligatorio constituir y convocar dos órganos fundamentales para la participación: el Consejo Social de la Ciudad y la Comisión Especial de Sugerencias y Reclamaciones. A día de hoy, “ni están ni se las espera”.
La vigente Ordenanza Municipal de Participación es del año 2000 y nunca llegó a cumplirse en su totalidad. Además, de estar obsoleta frente a la ley de Transparencia de la Comunidad de Madrid de 2019. El borrador de actualización en el que trabajamos en la pasada legislatura lo guardó el PP en un cajón. 20 años de mayoría absoluta se cargaron la humildad de escuchar a la gente.