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Nadie dijo que fuera a ser fácil. Es más, lo lógico hubiera sido que hubiese pasado el equipo más grande o, al menos, el que tiene un mayor presupuesto: en este caso, el Villarreal.

El 1 a 0 de la ida, daba vida a un C.D. Leganés que se ha tomado la Copa del Rey como un regalo en una temporada que tiene toda la pinta de convertirse en un año histórico.

Fruto de la necesidad de remontar, los amarillos salieron con todo, incluído Bacca en la punta del ataque. El colombiano tuvo la primera para empatar la eliminatoria, pero se topó con el protagonista de la noche, el meta argentino Champagne.

Una a una, el portero leganense fue parando cada una de las acometidas locales, lo que fue desesperando a los jugadores de Javi Gracia. Los nuestros, con una defensa férrea, trabajaron juntos y supieron sufrir.

De esa forma llegaría el premio blanquiazul. Un contragolpe perfecto terminaba en los pies de El Zhar, que con una carrera rapidísima y un toque preciso de balón, hacía el 0 a 1 a los 30 minutos de partido.

Alegría total de los visitantes, que se veían con pie y medio en la siguiente ronda. Los cuartos de final esperaban a los nuestros, una ronda en la que nunca hemos estado.

Ya en la segunda mitad, Raba empataría el partido, aprovechando un balón dentro del área. El joven jugador volvía a marcar a los nuestros, tras hacerlo en el partido liguero que se disputó hace un mes en Butarque.

Un resultado que se mantendría hasta los minutos finales del encuentro. Con la remontada casi imposible, llegaría el segundo tanto castellonense, obra del ruso Cheryshev.

El Villarreal lo intentó hasta el final, aunque no encontró el premio del gol. El Lega supo aguantar, mostrándose como un equipo muy serio. Asier Garitano sigue obrando un milagro que está convirtiendo al Leganés en leyenda.