Como ocurre en las escuelas infantiles con los niños y niñas, el C.D. Leganés necesitará un tiempo de adaptación a la nueva categoría a la que se enfrenta este año. Tras años de disfrutar de la Primera división, volver a Segunda, por decirlo de una manera sutil, es un ‘marrón’. Una adaptación que, sobre todo, tendrá que afrontar lejos de Butarque, en estadios donde el frío se nota mucho más que en casa.
La primera prueba la tuvo el equipo de José Luis Martí en su visita al C.D. Lugo. Rival muy trabajado y correoso -sobre todo, desde que lo dirige Juanfran- y lección aprendida para el futuro. El Lega comenzó adelantándose en el marcador con una obra de arte de Sabin Merino. El delantero, que ha vuelto este verano a Leganés, ponía el 0 a 1 tras realizar un control sublime.
Un dudoso penalti en el minuto 86 servía para que Manuel Barreiro pusiera el 2 a 1 en el marcador
El Leganés, desde entonces, manejó el juego a su antojo, aguantando las embestidas rivales. Incluso, ya en la segunda mitad, pudo ampliar su distancia en el marcador, pero fue incapaz de matar el partido. Y, claro, eso, en Segunda división, es hacerte el ‘harakiri’. El Lugo fue ganando terreno poco a poco, aproximándose a la portería de Diego Conde.
Acercamientos que, en el minuto 64, supusieron el tanto de José Luis Rodríguez para poner el empate a 1 en el marcador. Minutos de crecimiento de los locales que se pudieron acabar si Borja Bastón hubiese mandado al fondo de las mallas un centro exquisito que, sin embargo, se marchó al pie del meta del Lugo.
Un dudoso penalti en el minuto 86 servía para que Manuel Barreiro pusiera el 2 a 1 en el marcador, certificando la primera derrota del C.D. Leganés en su regreso a Segunda división. El próximo encuentro del cuadro pepinero, el próximo fin de semana contra el Cartagena, de nuevo, en Butarque.