Una década. Ese es el tiempo que la joya de la corona de las gasolineras de bajo coste, Ballenoil, recurrió ante la Justicia para poder instalarse en Leganés. Según ha adelantado el diario ‘El Español’, el Tribunal Supremo ha obligado al consistorio a conceder la licencia de actividad a la gasolinera a pesar de habérsela denegado en 2010. Atendiendo a las declaraciones vertidas por la compañía, su solicitud contaba con todos los informes favorables y, para más inri, también se le retiró la de lavado de vehículos que ya tenía.
El Tribunal Supremo ha obligado al consistorio a conceder la licencia de actividad a la gasolinera a pesar de habérsela denegado en 2010