El silencio se ha convertido en el mejor aliado del regidor leganense, Santiago Llorente. Ante la oleada de críticas a la macrofiesta que se celebrará, si nada lo impide, en La Cubierta el próximo 26 de julio, NADIE del Gobierno local ha salido a pedir cordura. Miles de vecinos han llenado las redes sociales de indignación ante lo que consideran un despropósito: celebrar una fiesta de 12 horas, con barra libre y en plena pandemia. Una circunstancia más hiriente si tenemos en cuenta que Leganés ha sido una de las ciudades más golpeadas por el coronavirus. ¿Cómo se explica ante esta situación que el alcalde de una ciudad no salga a dar la cara por la seguridad de sus vecinos y de los profesionales sanitarios que se han jugado el tipo a un kilómetro del recinto en el que se va a realizar la fiesta? Sencillamente, no hay una explicación lógica.
En cambio, han tenido que ser el PP y Podemos quienes pidan abiertamente al promotor de la Fiesta del Agua que desista.
Por supuesto, agradecer a toda la movilización ciudadana que empieza a despertar de un letargo ante la inacción de nuestros dirigentes, ahora somos los ciudadanos los que tomamos la iniciativa para salvar entre otras cosas nuestra propia vida. Cerca de 1.000 muertos y 3.500 contagiados no parecen suficientes para parar algo que sencillamente es divertido para unos pocos y posiblemente mortal para otros. ¿Hasta dónde llega la libertad de unos ciudadanos, cuando lo que está en juego es la vida de otros? ¿Dónde está nuestro alcalde, que no lidera la indignación de sus vecinos?
¿Hasta dónde llega la libertad de unos ciudadanos, cuando lo que está en juego es la vida de otros? ¿Dónde está nuestro alcalde, que no lidera la indignación de sus vecinos?
Los organizadores del evento, Radical, sostienen que el aforo es superreducido y que será obligatorio el uso de mascarillas, pero su aplicación real despierta dudas.
Pese a la merma del aforo, si visitamos la página de venta de entradas algunas de ellas ya están agotadas, por lo que la afluencia de vecinos de Leganés y otros municipios parece estar asegurada.
¿Finalmente se celebrará la fiesta el próximo 26 de julio o nuestros dirigentes municipales se armarán de valor y tomarán cartas en el asunto, aunque solo sea mostrando su rechazo?