Este navegador no soporta este formato de vídeo.
Ni la lluvia impidió que el Centro Municipal Las Dehesillas se llenase para recibir, en Leganés, a uno de los grandes rostros del Partido Socialista en España en estos últimos años. El papel de José Bono en la política regional -concretamente, en Castilla-La Mancha- y nacional ha servido para que el PSOE de Leganés le haya premiado con su tradicional Rosa del Sur.
Él ha sido el gran protagonista de estos premios que, como es habitual se entregan justo antes de acabar el año. Se trata de una forma festiva de despedir el curso político, haciendo balance de un año que, tanto para la formación local como para la nacional, ha sido, en lo general, bastante buena.
El acto contó con un gran número de militantes que aprovecharon, también, para homenajear a dos personalidades dentro del PSOE de Leganés: Victoria Correal Soria y Manuel Campos García. Ambos, echaron la vista atrás recordando sus primeros pasos en el Partido Socialista, agradeciendo a sus padres y abuelos el legado que les aupó hasta el lugar en el que se encuentran hoy en día.
Aprovecharon, también, para homenajear a dos personalidades dentro del PSOE de Leganés: Victoria Correal Soria y Manuel Campos García
El secretario general del Partidos Socialista de Madrid, José Manuel Franco, no quiso perderse este evento en el que aprovechó para recordar el papel del PSOE en la política actual, “luchando” contra las tres derechas. También hizo un repaso por la carrera política de José Bono, recordando que fue él quien construyó la idea de Comunidad Autónoma en Castilla-La Mancha.
El alcalde de Leganés, Santiago Llorente, tomó la palabra para agradecer la presencia del ex Ministro de Defensa, así como del resto de militantes en un acto que estuvo dirigido por la presidenta del PSOE de Leganés, Laura Oliva. Una entrega de premios emotiva en la que José Bono hizo un repaso de la actualidad nacional, poniendo en valor el momento que vivimos en comparación con aquellos años en los que los servicios públicos escaseaban, la violencia de ETA estaba a la orden del día y las oportunidades eran mínimas para los españoles.