La mitología griega está llena de adornos. Más allá de la historia, si algo caracteriza sus encantos es todo lo que la acompaña, la viste y la decora. En esta propuesta, el mito se vuelve carne y los atuendos más sencillos. La historia, al desnudo; sin espumillón.
‘El viento es salvaje (Fedra y Medea en Cádiz)’ llega a Leganés este febrero para despojar de sus peplos a las protagonistas y traerlas hasta nuestros días. Como escenario, la tierra gaditana, y en la dirección otra mujer: Ana López Segovia, también autora de la obra. Una cita en la que lo divino se difumina y se empapa de lo humano.
Una reflexión lúdica y jonda sobre la suerte y la culpa
Solo cuando surja el conflicto asumirán de pronto una fatalidad antigua, bajo cuya influencia arrasarán con cuanto se interponga en su camino. De fondo, Cádiz, una ciudad de perfil macondiano, donde todos los elementos cotidianos adquieren una dimensión mágica que presagia la tragedia: el perturbador viento de levante, anunciado por la flauta del afilador y por la presencia del circo en las afueras de la ciudad, el trino de los pájaros, el coro de los vecinos.
Una reflexión lúdica y “jonda” sobre la suerte y la culpa. Una tragedia atravesada por la carcajada. Porque en toda historia terrible hay una paradoja que puede llevar a la comedia; y, al contrario, en todo arranque de humor hay siempre un fondo trágico.
La cita, en Leganés, será el próximo 26 de febrero sobre las tablas del Teatro José Monleón.