El alcalde de Leganés, Santiago Llorente, se ha defendido de las críticas del grupo de la oposición ULEG y de la denuncia que han interpuesto ante la Fiscalía por presuntas irregularidades en la compra de mascarillas por parte de la Fundación Juan Muñoz en marzo de 2020 por las que se pagaron 10 euros por unidad más el transporte.
Llorente, en una nota enviada a los medios, asegura que la compra de mascarillas tipo FFP3 se hizo desde la claridad y la transparencia. El alcalde recuerda que las compras las realizó la Fundación Juan Muñoz, no el Ayuntamiento. Se trata de una Fundación privada que tiene entre sus principales fines la ayuda social y de la que forman parte como patronos, personas de reconocido prestigio en el ámbito de las entidades sociales y ciudadanas de Leganés.
Desde el consistorio también recuerdan que la Fundación Juan Muñoz respondió de inmediato en los peores momentos de la pandemia con esta compra destinada a atender las necesidades de los profesionales del Hospital Severo Ochoa de Leganés, desatendidos por parte de sus responsables políticos, en este caso, la Comunidad de Madrid.
Santiago Llorente ha afirmado que la Fundación destinó 40.000 euros a la compra de mascarillas FFP3 (10 euros cada una).
En la vorágine de marzo del 2020, el precio de estas mascarillas era el más alto. Las más baratas eras las quirúrgicas por las que se pagaron hasta cerca de dos euros, cuando su precio normal no excede de unos cuantos céntimos. Las KN95 también llegaron a España a un precio que oscila entre los 2 y los 5 euros. Las FFP2 fueron las más demandadas y compradas por las que las administraciones públicas pagaron en pleno estado de alarma hasta ocho euros. Y, por último, las mascarillas FFP3 tuvieron un precio medio de entre 2 y 6 euros, pero por las que se llegaron a pagar más de catorce euros.
No cabe duda que todos los precios a los que se adquirieron todo tipo de mascarillas, guantes, bastoncillos o gel limpiador estuvieron inflados durante muchos meses por culpa de la emergencia sanitaria. Dos años después de aquellas compras encontramos casos de comisiones millonarias, material defectuoso, etc. Y en el caso de Leganés un precio muy alto.
El alcalde leganense, no obstante, recuerda que la Fundación adquirió el tipo de mascarilla que nos solicitó el Hospital Severo Ochoa, y gracias a esta compra, los profesionales sanitarios pudieron estar cubiertos ante la dejación y abandono por parte de la Comunidad de Madrid. “A todos se nos olvida que en esos momentos la Comunidad de Madrid tenía a los profesionales sanitarios del Hospital Severo Ochoa protegidos con bolsas de basura”.
Las compras se realizaron en España durante las primeras semanas de la irrupción del COVID, marzo de 2020, cuando aún no había llegado a nuestro país material procedente de China.
Las compras se realizaron en España durante las primeras semanas de la irrupción del COVID, marzo de 2020, cuando aún no había llegado a nuestro país material procedente de China. En esos momentos la entrada de aviones estaba bloqueada y no se recibía material importado. “La población estaba sin medidas de protección, las mascarillas se fabricaban en casa, y las mascarillas que se adquirieron se entregaron al Hospital Severo Ochoa de Leganés”, ha recordado el alcalde.
“No todos somos iguales”, añade Santiago Llorente, que resalta que la Fundación adquirió estas mascarillas FPP3 en España, “sin intermediarios ni comisionistas y lo hizo junto a varios Ayuntamientos de España.
En esta compra no se empleó dinero público. Todas las compras se realizaron con los fondos obtenidos gracias a las donaciones realizadas por particulares y empresas de Leganés.
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