Hasta ahora, los vecinos y vecinas de la calle Alejandro Ferrant estaban obligados a convivir con una 'cocina fantasma' que, literalmente, les "amargaba la existencia", tal y como nos trasladaban en el mes de abril desde la A.V Pasillo Verde Imperial, afectada por esta problemática.
Nos alertaban de "tener 18 horas diarias de gente cocinando y emitiendo gases de todo tipo, con lo cual, tú vas a estar oliendo a comida 18 horas al día". Y Maite Gómez, su presidenta, no solo nos habló de olores, sino también de los propios problemas que derivan de una cocina, como son los incendios, ruidos y/o la ocupación del espacio público a manos de los 'riders'.
Así, cinco meses después, tanto la vecindad como los padres y madres de los niños y niñas del CEIP Miguel de Unamuno, anexo al establecimiento, han anunciado su cierre celebrando la noticia. "Se acaban las basuras, los cientos de camiones y motos, el ruido incesante, el humo....", recogían. Todo ello a escasos metros de un colegio.
No obstante, desde el AFA (Asociación de Familias) del centro, alertan de su temor a que se trate de una medida "temporal". Añaden que, hasta donde ellos tienen conocimiento, puesto que las comunicaciones con la Junta de Distrito son más bien escasas, "esto es solamente una orden de cese de actividad" gracias a los "incansables esfuerzos y acciones" de la vecindad.
Sin embargo, siguen sin noticias de la revisión de oficio que el señor alcalde, José Luis Martínez-Almeida, les habría prometido tras recurrir su sentencia de manera favorable. Por ello, sentencian que no pararán "hasta saber que esto es un cierre definitivo y el Ayuntamiento de Madrid anule la licencia".
Tras distintas inspecciones realizadas para comprobar el cumplimiento de la legalidad se detectó en julio que se estaban realizando unas obras no amparadas en la licencia otorgada y que modificaban la distribución interior
Desde el Área de Desarrollo Urbano confirman, junto con la Agencia de Actividades, que el órgano encargado de control y supervisión urbanística de las actividades económicas ha decretado el cese de la actividad de las cocinas industriales situadas en el número 8 de la calle Alejandro Ferrant.
Apuntan que, tras distintas inspecciones realizadas para comprobar el cumplimiento de la legalidad, el pasado mes de julio se habría detectado la realización de unas obras no amparadas en la licencia otorgada, ya que modificaban la distribución interior. Por consiguiente, se dictó una orden de paralización inmediata y cierre.
El cumplimiento de esta orden ha sido ratificado por la policía municipal, tras visitas realizadas donde confirman el desmantelamiento de su actividad. Finalmente, recuerdan que el cese de la actividad no supone la suspensión o caducidad de la licencia. La caducidad se producirá a los 6 meses de inactividad, tal y como se recoge en la Ordenanza del Ayuntamiento de Madrid.
La vicealcaldesa, Begoña Villacís, también ha comentado lo ocurrido y ha alertado a vecinos y familias que "la licencia sigue activa, porque se otorgó en base a una normativa anterior a la que aprobamos. Jurídicamente no se podría revertir en la actualidad, pero con el cambio de ordenanza se limita mucho la creación de nuevas cocinas".
Finalmente, ha encendido las alarmas y ha confirmado la preocupación de los vecinos, puesto que "nadie asegura que en cierto tiempo vuelvan a ponerse en funcionamiento".
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