La polémica está servida. A una semana de que Madrid se vista con los colores del orgullo, la política de nuestra ciudad se encuentra sumida en una sucesión de reproches y peticiones en torno a esta celebración.
Por un lado, la vicealcaldesa, que estuvo ayer presentando MADO 2022, apuntó que se ha enviado a las Juntas de Distrito instrucciones para que se coloquen pancartas LGTBI. En ese sentido, ha defendido la 'transversalidad' de las pancartas frente a las banderas.
"Si no podemos poner un bandera, pongamos una pancarta, a mí me parece simple. Si dejamos de ponerlo porque había una sentencia que nos lo prohibía ahora que tenemos la posibilidad de hacer otra cosa, pues hagámoslo".
Villacís ha apuntado que lo importante son "las políticas en apoyo al colectivo", porque "llevar una pulserita de España no me hace más patriota y las cuestiones de las banderas no te definen".
Además, ha apuntado que "muchas veces la polémica se exagera", y ha soltado una indirecta a sus adversarios políticos: "hay gente que tapa con banderas la ausencia de políticas", destacaba.
No hay más polémica que aquel que quiera buscarla y que quiera sacar un rédito político porque quiera patrimonializar al colectivo LGTBI
Por su parte, el alcalde, se ha mostrado bastante más crítico con las exigencias de la izquierda en el Consistorio madrileño: "No hay ningún tipo de homofobia institucional". Ha asegurado a los madrileños y las madrileñas que el Orgullo "se va a celebrar como todos los años en Madrid", donde también ha apuntado que se van a reforzar los servicios públicos, tras dos años de parón por la pandemia.
Ha señalado directamente a la oposición acusando de "querer sacar contrapartidas políticas", pero Almeida ha defendido que: "No voy a entrar en una guerra de banderas ni de pancartas". Así, ha sentenciado que "no hay más polémica que aquel que quiera buscarla y que quiera sacar un rédito político porque quiera patrimonializar al colectivo LGTBI".
Se ha reiterado en su posición de no colocar la bandera, pero sí iluminar el edificio y la fuente, puesto que "la sentencia del Supremo es clarísima"; por lo que se ha optado, según el alcalde, por una "solución diferente que acredita que la bandera LGTBI va a estar presente".
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