Desde el mirador de la Cuña Verde de O’Donnell, en Moratalaz, uno de los grandes parques que se han remodelado durante estos cuatro años en la capital, José Luis Martínez-Almeida ha hecho balance hoy de la gestión de su gobierno en materia de medio ambiente. “Hemos venido a hablar de medio ambiente en mayúsculas, el que de verdad beneficia a la calidad y bienestar de todos los madrileños”, el que ha permitido, ha subrayado, “que por fin Madrid tenga en esta legislatura la mejor calidad del aire de toda su historia”. Ha recalcado que este hito no lo ha conseguido la izquierda, sino “el Partido Popular con Borja Carabante como delegado de Medio Ambiente”.
Acompañado por la directora de campaña, Inmaculada Sanz, y el portavoz, Borja Carabante, el candidato ha comenzado el repaso de los hitos más importantes en materia de medio ambiente recordando que, por cuarto año consecutivo, Madrid ha sido reconocida por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Fundación Arbor Day como “Ciudad arbórea del mundo”.
El balance ofrecido por el candidato del PP a la alcaldía de Madrid se ha basado “en la política del esfuerzo”, ha dicho. Esfuerzo de gestión, presupuestario y humano, porque se han puesto en marcha contratos por valor de 218 millones de euros para el mantenimiento y mejora de los parques y zonas verdes, incrementando casi en un 50% el presupuesto de los anteriores y repercutiendo en la mejora de las zonas verdes con más personal, maquinaria y frecuencias del servicio.
Hemos plantado en este mandato 210.000 árboles. Doblo la apuesta: en la próxima legislatura plantaremos 500.000
La intensa labor realizada ha posibilitado multiplicar por dos la inversión en las zonas verdes respecto al gobierno de la izquierda: se han destinado 86 millones de euros en la rehabilitación de 92 parques y zonas verdes, 65 de los cuales ya se han finalizado. “Esto es política municipal y medioambiental en mayúsculas”, ha manfiestado Almeida.
Desde 2019 se han plantado 215.000 árboles en la ciudad, de los cuales 25.500 se han situado en el Bosque Metropolitano. Estas actuaciones han permitido paliar los estragos del temporal Filomena, cuando se perdieron cerca de 80.000 ejemplares. Además, se está finalizando la plantación de los 13.800 alcorques vacíos que heredó el gobierno actual para garantizar que la mitad de las calles madrileñas sigan siendo arboladas.
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