La pasada semana, algunas de las calles de nuestra ciudad lucían como si de Venecia se tratasen. A pesar de que en apenas unas horas los técnicos municipales y efectivos de consiguieron eliminar los millones de litros de agua vertidos, el "enorme socavón" causado por la rotura de esta tubería del Canal Isabel II en la calle Marqués de Vadillo obligará a los madrileños y madrileñas a optar por otras vías diferentes a la M-30 por Antonio Leyva, ya que continuará cortada tres o cuatro semanas más.
Todo el agua que salía de esa tubería cayó a la Calle 30, que pasa por debajo del río y a veces se convierte en el punto donde se canaliza el agua. Llegó a acumularse hasta cuatro metros de profundidad de agua
Borja Carabante, delegado de Medio Ambiente y Movilidad, lo ha trasladado durante una entrevista donde ha aprovechado para pedir disculpas a los vecinos por los estragos que puedan causar los trabajos.
Cabe recordar que este suceso causó el corte de todos los accesos al tráfico de las calles Antonio Leyva, Antonio López y General Ricardos, además de cortar el tráfico varios ramales de la M-30.
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