La Guardia Civil y la Policía Municipal de Madrid desarticula una banda dedicada al robo de vehículos en todo el país para su posterior manipulación y venta en diferentes países de la Unión Europea. En la actuación, los agentes detuvieron a tres personas que han sido acusadas de falsedad documental, receptación contra la salud pública y pertenencia criminal.
Operación Panaserra
La denominada como Operación Panaserra arroja ya cifras importantes, como un total de nueve vehículos y un patrimonio de cerca de 350.000 euros defraudado, que se ha puesto a disposición judicial. Las investigaciones siguen en curso y, teniendo en cuenta la documentación que falta por analizar y los equipos informáticos incautado, la Guardia Civil podría terminar relacionando a la banda con más de 1.000 vehículos robados y distribuidos por Europa.
La operación se inició en noviembre de 2018, cuando un grupo de trabajo conjunto se dedicó a la vigilancia de los implicados, que falsificaban la documentación y maquillaban después los vehículos para su posterior venta.
Investigaciones
Durante las investigaciones se descubrió que el cabecilla encargaba a otro grupo el robo de vehículos de una marca determinada, de los cuales manipulaba los elementos identificativos. Además, se encargaban de fabricar una documentación falsa.
La Unidad Central G.I.A.T. de la Agrupación de Tráfico de la Guardia civil y la Unidad de Distrito U.I.D. de la Policía Municipal de Hortaleza (Madrid) se encargaron de llevar a cabo la Operación Panaserra, aunque fueron auxiliados por los Equipos de las Comandancias de la Guardia Civil de Madrid, Toledo y la Policía Municipal de Leganés en la fase de explotación.
En la primera fase de explotación, que se llevó a cabo en Madrid, Leganés y Toledo, se registraron cinco domicilios, dos guardamuebles y una nave en la que escondían material y llevaban a cabo la manipulación de los coches robados.