Con la renaturalización del río Manzanares, también llegó la mosca negra. En 2017 se detectó por primera vez la presencia de este insecto en determinados tramos del cauce debido a la mejora de la calidad del agua y la aparición de islas y vegetación.
Así, y desde el año 2019, el Ayuntamiento de Madrid realiza tratamientos para reducir su presencia, pues sus picaduras son molestas y, dependiendo del individuo, pueden requerir atención médica y tratamiento con antibióticos.
Ayer dio el pistoletazo de salida la campaña de este año. Con el objetivo de reducir al máximo la presencia de estos insectos, se ha aumentado la inversión para tratar el río en un 52% respecto a 2020, ascendiendo a 76.000 euros. Las actuaciones consisten en la detección, monitorización, tratamiento y vigilancia, con el fin de minimizar el impacto que generan en la población y en el entorno.
Para evitar la reproducción de la mosca negra se aplican tratamientos de pulverización biocidas que afectan a las larvas
Tratamientos biocidas
Para evitar la reproducción de la mosca negra se aplican tratamientos de pulverización biocidas que afectan a las larvas. Estos tratamientos tienen por objeto la reducción de la cantidad de larvas presentes e impedir su transformación en el agua en pupas, que no se ven afectadas por el tratamiento, y evitar así su paso a insectos adultos.
Como complemento a estos tratamientos se llevan a cabo labores de desbroce y poda de la vegetación que se encuentra en contacto directo con la lámina del agua, ya que sirve de soporte de larvas y refugio de ejemplares adultos.
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