Si la situación de confinamiento fue algo novedoso para los peques, la situación de “desconfinamiento” lo ha sido aún más, es un “volver a salir a la calle” pero ya no es igual que antes. Ahora, hay una serie de normas que cumplir y esto hace que todo sea distinto.
Es importante no castigarles sin salir a la calle. La medida fue concebida como un alivio del confinamiento, para que ayudase a los pequeños a disminuir tensiones y favorecer su desarrollo psicomotor. Castigarles sin salir es contraproducente, ya que la tensión que sienten seguirá aumentando y no tendrán estas salidas como una forma de regulación emocional y física.
Retirarles de la actividad que estaban realizando y aprovechar esos minutos para reflexionar con él y darle ideas de cómo comportarse bien. Nunca más tiempo como edad tenga el niño (p.e. 4 años 4 minutos).
Si sabemos que yendo con la bici es probable que no se puedan controlar de momento, proponerle vosotros las opciones, así tienen la sensación de elegir pero realmente estamos eligiendo nosotros. “¿Prefieres jugar al pilla-pilla o a la comba?”
Cambiar de actividad de manera amable. Por ejemplo, si están jugando a fútbol y no están cumpliendo las normas, decirles amablemente que ahora es la hora de dar un paseo o montar en bici.
Acordar con nuestros hijos cuál será la señal de que están haciendo algo que incumple las normas para salir a la calle, de forma que se les avise sin regañarles verbalmente.