El Ayuntamiento de Madrid ha adquirido seis obras en ARCOmadrid por valor de 226.000 euros para su incorporación al Museo de Arte Contemporáneo (MAC).
La delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte, Andrea Levy, afirma que con esta adquisición “el Ayuntamiento apuesta por incrementar los fondos del Museo de Arte Contemporáneo para el disfrute de madrileños y visitantes”, a la vez que ha destacado “que este año la partida destinada a la compra de piezas en ARCO es la más alta de este mandato y nuestra apuesta por el arte va a continuar”.
Las obras adquiridas, seleccionadas por la Junta de Valoración de Adquisiciones de Bienes del Patrimonio Cultural del Ayuntamiento de Madrid, son las siguientes:
Esta es la mayor inversión realizada en los últimos años por el consistorio en ARCO. En 2021, el Ayuntamiento adquirió 11 obras en la feria por valor de 34.829,50 euros, y en 2022, adquirió cuatro obras por valor de 56.870 euros.
La partida destinada a la compra de piezas en ARCO es la más alta de este mandato y nuestra apuesta por el arte va a continuar
La adquisición de las primeras cinco piezas responde a la necesidad de completar algunas carencias de la colección permanente del MAC, con artistas de los que adolece y que formaron parte de diferentes corrientes o momentos artísticos de gran importancia para la ciudad de Madrid.
Las piezas de Manuel Barbadillo y Eusebio Sempere presentan dos acercamientos diferentes al lenguaje del arte abstracto de corte normativo basado en la geometría. Barbadillo, desde su participación en la experiencia del Seminario de Generación de Formas Automáticas del Centro de Cálculo de la Universidad Complutense, propone un lenguaje modular estructurado de forma binaria. Por su parte, Sempere se centra en la relación entre la percepción, el movimiento y la luz con un móvil realizado en los mismos años de su participación en la génesis del Museo de Escultura al Aire Libre de la Castellana.
La obra de María Moreno se encuentra en el polo opuesto, el ámbito de la representación realista de escenas, objetos o lugares cotidianos e íntimos. Su pertenencia a la primera generación de artistas realistas de Madrid estuvo durante mucho tiempo eclipsada, al igual que ocurrió con sus compañeras Esperanza Parada, Amalia Avia o Isabel Quintanilla. Afortunadamente, en los últimos años se ha recuperado su excepcional trabajo, marcado por una poética de la soledad y el silencio.
Los trabajos de Nacho Criado y de Concha Jerez pertenecen a lo que Simón Marchán Fiz denominó los nuevos comportamientos artísticos surgidos en los años 70. Ambos artistas destacan por la relevancia que otorgan a la dimensión conceptual de su trabajo. La obra de Nacho Criado lo sitúa en plena sintonía con las corrientes artísticas internacionales del momento. Su Lona I ilustra la evolución que acomete en esos años desde un arte minimal a un arte povera, marcado por el uso de materiales de reciclaje. Por su parte, la obra de Concha Jerez muestra varios de sus escritos autocensurados, trabajos en los que la artista reflexiona sobre el poder de la escritura y el papel de los medios y de las prácticas de censura en las sociedades actuales.
La sexta y última adquisición, la escultura de Asunción Molinos, parte de un singular proyecto que explora la vida social de las bacterias del intestino humano y sus formas de coexistencia, La pieza muestra la relación entre arte y biología y ecosistema, aportando reflexiones contemporáneas dentro de lo científico con la clara vocación de extrapolarlo a escenarios y patrones de comportamiento en las comunidades humanas.
###79580##