El Confidencial se hace eco de los planes estratégicos que pretenden llevar a cabo los grandes almacenes. El Corte Inglés planea una reestructuración sin precedentes que supondrá la venta, el cierre o la transformación de hasta 25 centros comerciales, una cantidad que supone una cuarta parte del total de establecimientos que forman la marca.
De este modo, uno de cada cuatro centros se verá afectado en mayor o menor medida. En la Comunidad de Madrid, se planea un cierre parcial del local situado en el centro comercial de Parquesur -Leganés-. Por otro lado, en la lista negra se encuentra el centro situado en Xanadú y el de Arapiles, ambos establecimientos tienen los días contados y serán cerrados. Pendiente del contrato de alquiler se encuentra el número 52 de la calle Serrano, en este caso -pese a la exclusividad de la zona- todo parece indicar que, una vez finalizado el contrato de alquiler, ECI dejaría de operar en el edificio.
Todas estas actuaciones se enmarcan en el propósito de cumplir con el objetivo más inmediato de El Corte Inglés: aumentar la cuenta de resultados reduciendo costes operativos. Como indica El Confidencial, desde que Víctor del Pozo asumió el puesto de consejero delegado, ECI ha conseguido obtener un ebtida positivo, pero no es suficiente, el resultado final de la cuenta de resultados no es el esperado.
Del total de los 25 centros afectados, 15 de ellos serían cerrados: Arroyomolinos (en la Comunidad de Madrid), Arapiles (centro de Madrid), Guadalajara, Albacete, Ademuz (Valencia), Constitución (Valladolid), El Capricho (Marbella), Marineda (A Coruña) y El Tiro (Murcia).
Los otros 10 centros tienen el difícil objetivo de mantener las ventas a la vez que reducen costes, de ahí la idea de reestructurarlos y reducir metros de local. Estas actuaciones tendrán lugar en los centros de: Éibar, Cartagena, Elche, Linares, Algeciras, El Ejido, Jerez, Talavera y Parquesur (Leganés).
También se contempla la opción de reconvertir los centros en outlets, para aumentar el volumen de ventas y reducir costes relacionados con la compra de mercaderías.
En los casos de cierre, la opción más probable es que los integrantes de la plantilla sean recolocados en otros establecimientos de los grandes almacenes, como ocurrió tras el cierre de Arroyosur.
Si bien, no será tarea fácil recolocar a los 8.000 empleados que verían modificados sus puestos de trabajo si cerraran los 25 centros nombrados, según fuentes de El Confidencial, sería posible si se tienen en cuenta las salidas de trabajadores en edad de jubilación.