El Hospital Universitario Infanta Elena, perteneciente a la red sanitaria pública madrileña, ha renovado las instalaciones del servicio de cirugía oral y maxilofacial para adecuarse a la exigencias actuales respecto a las medidas de higiene y de seguridad.
“Esta reforma nos permite minimizar al máximo el riesgo de que los pacientes se infecten ya que, además de que el personal cuenta con los necesarios equipos de protección individual [EPI] y de que se llevan a cabo exhaustivos procesos de limpieza y desinfección tras cada procedimiento, la sala dispone de un sistema de ventilación que elimina las partículas en suspensión”, ha explicado el Dr. Julián Ruiz, jefe asociado del Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del hospital de Valdemoro.
Los procedimientos de las consultas de Cirugía Oral y Maxilofacial suelen requerir anestesia local y al tratarse de la cavidad oral, como por ejemplo extracciones dentarias o pequeñas biopsias, implican contar con la presencia de secreciones y de sangre. Estas operaciones son consideradas de "alto riesgo infeccioso" debido a la situación actual de convivencia con el Covid-19.
En los espacios de atención sanitaria resulta de vital importancia la ventilación, ya que sin ella las microgotas pueden quedar suspendidas en el habitáculo hasta dos horas.
Por ello, el Servicio de Cirugía Oral y Maxilofacial del Hospital Universitario Infanta Elena ha incorporado un sistema de ventilación que posibilita una renovación de aire de la sala de 20 ciclos por hora y tarda 18 minutos en eliminar las partículas en suspensión. Además, para aquellas partículas alojadas en superficies y que no son eliminadas por el sistema de ventilación, se realiza una completa limpieza de arrastre.
“Cuando terminamos la cirugía, salimos de la sala, cerramos las puertas, dejamos que la máquina de ventilación haga el renovado del aire y, una vez finalizado este procedimiento, realizamos una exhaustiva desinfección y limpieza de arrastre en las superficies antes de pasar al siguiente paciente”, ha explicado la especialista
La clave para una atención segura y protegida al mayor nivel posible: tras cada procedimiento, se limpian las consultas como si por ellas hubiera pasado un paciente Covid-19
Antes de la reforma, existía una única consulta con un sillón para la realización de diferentes intervenciones. Esta única sala se ha convertido en tres salas comunicadas y a la vez, independientes. Actualmente la disposición de las salas son una consulta con camilla de exploración y puesto informático y otra sala con sillón dental paredes y suelo de superficies lavables con esquinas redonda y un sistema de ventilación como el que tienen en un quirófano. La otra sala se utiliza para guardar el material y hacer una limpieza previa a la esterilización.
Las recomendaciones establecidas se recogen en diferentes publicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y existen protocolos específicos al respecto de las sociedades médicas de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM) y de Odontología (SEOE).
En esta nueva sala de cirugía oral también resulta fundamental que el personal sanitario esté equipado con EPIs completos (mascarilla FFP2, bata impermeable, gorro quirúrgico y gafas estancas). Igualmente, los pacientes, antes de entrar en la consulta, realizan un lavado de manos y un cuestionario epidemiológico. Asimismo, disponen de batas desechables para llevar encima de las batas impermeables.