No tendría mucho sentido que en un momento en el que la Comunidad de Madrid ha impuesto diversas restricciones a la movilidad y ha limitado la actividad en un gran número de zonas de la región, el fútbol iniciase su temporada sin tener, además, ninguna seguridad sanitaria para evitar el riesgo de contagio entre los jugadores no profesionales.
Por ello, la decisión tomada por la Real Federación de Fútbol de Madrid parece, a priori, la más coherente. El organismo regional de fútbol ha decidido proponer al Comité de Futbol Aficionado (CFA) la decisión de aplazar el inicio de las competiciones de ámbito autonómico hasta el fin de semana del 14 y 15 de noviembre.
Ha decidido proponer la decisión de aplazar el inicio de las competiciones de ámbito autonómico hasta el 14 y 15 de noviembre
Una decisión lógica teniendo en cuenta la situación sanitaria en la que se encuentra Madrid y en la que el deporte, en estos momentos, debería ser lo de menos. Este aplazamiento de las competiciones de fútbol no profesionales afectará a aquellas que dependan de la RFFM, mientras que, tal y como explica la federación, “las competiciones de ámbito estatal y carácter no profesional, siguen las Normas de Competición publicadas por la RFEF en sus circulares, y se estará a lo que se apruebe en cada momento para dichas competiciones”.
La Real Federación de Fútbol de Madrid toma esta decisión basándose en uno de los puntos del mandato del Gobierno regional con las nuevas medidas. En él, concretamente en el punto 7, se aclara que “podrá realizarse práctica deportiva en instalaciones deportivas, tanto al aire libre como de interior, siempre que no se supere el cincuenta por ciento del aforo máximo permitido de la instalación. La práctica deportiva en grupos se limita a un máximo de seis personas”. Es decir, los grupos de entrenamiento se deben limitar a un máximo de seis jugadores, por lo que no tiene cabida pensar en partidos de 22 jugadores.