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Una sonrisa como presentación y un buen rollo “imprescindible cuando se trabajan tantas horas”. Así podríamos definir nuestro encuentro en Madrid con Adrián Salzedo y Carlos Solano (cover de Adrián), los actores encargados de dar vida a Rob J. Cole, el protagonista del musical ‘El Médico’, que se puede disfrutar, actualmente, en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid, basado en la mundialmente reconocida novela de Noah Gordon.

Lo que se esconde detrás, todo el trabajo que requiere una producción de esta envergadura y lo apasionante que ha sido embarcarse en esta aventura que está conquistando al público a pasos agigantados han sido algunos de los temas de los que hemos hablado con los artistas, que además son hermanos. Intentan despistar con eso de no usar el mismo apellido, pero la genética les delata; son como dos gotas de agua.

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Adrián y Carlos se suben a las tablas cada semana, y su amor por el personaje crece según lo hacen las funciones. “Es la primera vez que trabajamos juntos, y haber coincidido en el marco de ‘El Médico’ es algo histórico para nosotros”, dicen, tan ilusionados como orgullosos. Hablando con ellos, es difícil imaginar que, sin superar ninguno los 40 años de edad (Adrián tiene 27 y Carlos, 39), ya cuentan en su currículum con títulos como ‘Los Miserables’, ‘My Fair Lady’ o ‘Aladín’, entre una larga ristra de musicales a los que han aportado su sello (casi siempre con papeles protagonistas).

Adrián Salzedo y Carlos Solano nos atienden en el patio de butacas del Teatro Nuevo Apolo / Imagen: redacción

Son muy conscientes de su ‘suerte’, aunque, más que recoger tréboles de cuatro hojas, lo que han hecho estos hermanos ha sido sembrar tesón y esfuerzo, mezclado con una pizca de “la educación familiar que hemos recibido, que ha sido siempre con un profundo amor y respeto al arte y a la cultura”, dice Adrián. “Creo que tenemos la fortuna de nunca haber dejado de trabajar porque nunca hemos dejado de disfrutar; es ‘nuestro secreto’ para seguir al pie del cañón”. Palabras que Carlos completa. “Somos muy conscientes de lo difícil que es trabajar en este círculo, y más últimamente, porque hay gente con mucho nivel”, dice, interpretándolo como algo positivo: “a nosotros nos obliga a ponernos más las pilas, y el público no deja de disfrutar de montajes con el mejor elenco posible”.