El viernes pasado el Consistorio madrileño trasladó a los comerciantes del Rastro unas medidas para poder reabrir el tradicional mercadillo. La idea es repartir 500 puestos en seis zonas autónomas de funcionamiento simultáneo con un aforo total de 2.702 personas y con vallado perimetral, según ha informado EFE.
Esta propuesta es la lanzada por el ayuntamiento en la novena reunión con las partes implicadas, con el objetivo de buscar una solución para los comerciantes y vendedores.
El rastro se dividiría en seis zonas autónomas con vallado perimetral y controles de acceso
Los puestos deben estar organizados previamente y separados entre sí por un metro y media de distancia y, a su vez, medio metro de las aceras y delimitados por cinta de balizamiento. Así, se agruparían en seis zonas intentando mantener su localización tradicional. Los 500 puestos se repartirían en estas calles: 81 en la plaza de Cascorro; 190 en la calle Ribera de Curtidores; 82 en la plaza del General Vara del Rey; 120 en la plaza Campillo del Mundo Nuevo; 16 puestos en la calle Carlos Arniches, entre las calles Mira el Rio Alta y Carnero, y otros 11 puestos en Mira el Río Baja, también entre las calles Mira el Rio Alta y Carnero.