El Real Madrid confirmó su presencia en los cuartos de la Champions League. La ventaja que tenían de la ida en Italia la supieron aprovechar. A pesar de que el equipo contrario salió con ganas al terreno de juego, los de Zidane no les permitieron crecerse.
En la primera parte los blancos tuvieron algunos fallos que facilitaban la llegada al Atalanta, y que Courtois tenía que salvar. Nada más empezar, a los tres minutos, Muriel puso el esférico bien centrado a Gosens, pero este no fue capaz de conectarlo bien y el guardameta belga lo interceptó.
Los de Valdebebas reaccionaron bajo los mandos de Kroos y Modric, el conjunto se hizo con la posesión, lo que creó tranquilidad. Al Atalanta, a cada minuto que pasaba, se le veía más fuera del partido.
El Madrid, un paso más cerca de levantar la copa
Tras varios intentos, Benzema tocó red gracias a un error del meta Sportiello en el minuto 34, que le pasó el balón a Modric por error y este se lo cedió al delantero francés. Con esto los merengues estaban un paso más cerca de la siguiente fase, con una clara ventaja. Los hombres de Zidane solo tenían que defender la portería, evitar fallos y comerse al rival. Así lo hicieron. Vinícius se hizo una jugada increíble que falló cuando solo tenía que empujar el esférico.
El colegiado señaló un penalti de Toloi y que Sergio Ramos no perdonó. En el minuto 60 los de Chamartín ya iban dos a cero en el marcador, lo que les permitía respirar tranquilos pero sin bajar la guardia. El técnico francés sacó del terreno de juego al autor del último tanto y dio paso a Militao.
Los italianos siguieron insistiendo en el gol que les diese ánimos. Zapata tuvo la primera ocasión, pero no llegó a nada. El tiempo corría en su contra y la posesión la tenían los madrileños. Sin embargo, encontraron el gol que buscaban. En el 83 el belga no pudo interceptar un balón de Muriel y este puso en el marcador el 2-1. Dos minutos tardó el Real Madrid en destrozar toda posibilidad de los visitantes. Lucas le cedió el balón a Asensio y este lo colocó junto al palo para sentenciar el duelo con un 3-1.