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Érase una vez un mundo, en el que de repente, los colegios se cerraron
Esto no es un cuento, pero los niños pueden comprenderlo y sobrellevarlo de una forma algo más facil. Miriam Sánchez de Psicoeduk nos cuenta cómo
Madrid |

Y todo comienza así…

Me llamo Bea, tengo 5 años y no sé por qué, no puedo salir de casa.

Al principio, cuando los coles cerraron, me hizo ilusión, eran como las vacaciones de verano, pero más cortas, podía bajar con los abuelos al parque, ayudarles con los recados, jugar… incluso, empezamos a planificar las vacaciones.Lo que veíamos en la televisión y hablaban los adultos…, no lo entendía del todo.

Ese mismo sábado, el sol y las carcajadas inundaban las calles, recuerdo gente paseando, bicicletas y niños con sus juguetes en los parques, familias que disfrutaban del fin de semana..., pero algo no iba bien. En el rostro de los adultos, incluso en los programas de risa que ponen en televisión, mostraban preocupación...

Mamá y papá no sabían cómo organizarse, decían cosas raras, incluso, que iban a trabajar desde casa. El lunes cuando me desperté me dijeron que seguía sin haber cole y que no sabían cuándo iban a volver a abrirlo. Preparo mi mochila para ir con los abuelos como siempre, y mis padres me dicen que no hace falta, que tampoco podemos ir a casa de los abuelos, que no podemos salir a la calle... pero…

¿Si China está muy lejos, verdad papá? ¿Y por qué ha llegado ese bichito del que hablan? ¿y qué vamos a hacer sin salir a la calle?

Lo más importante es marcarles unas rutinas 

Aunque no lo digan, muchos niños y niñas, se hacen esas preguntas…

Hay que contarles que ha llegado a nuestras vidas algo que no conocíamos, y no ha llamado a la puerta, pero parece que ha entrado para quedarse por lo menos por un tiempo. Hay que ayudarles a entenderlo.

Explicar a los más pequeños qué es un virus, qué está ocurriendo y qué va a cambiar a partir de ahora; es una tarea tan laboriosa como imprescindible. Debemos hacerlo de una forma sencilla, con palabras adaptadas a su edad. Podemos contarles que a nuestro barrio ha venido un bichito malo que tenemos que hacer que se vaya y solo lo vamos a conseguir si no salimos a la calle y se muere de aburrimiento. Pero lo más importante es ayudarles a gestionar su día a día y sus emociones, sobre todo la incertidumbre, a la que, además, debemos enfrentarnos nosotros mismos.

Hacer todo esto desde la calma, sin que perciban nuestra preocupación y sin romper sus rutinas. Para conseguirlo, lo mejor que podemos hacer, es marcándonos unas pautas, tanto para ellos como para nosotros.

Ayudarles a escribir cuentos o historias, hacer manualidades, decorar ventanas con dibujos y salir a aplaudir todos juntos a nuestros balcones. Establecer rutinas diarias, incluso con días especiales. Elabora un diario con horarios de actividades dentro casa, rutinas de higiene, tareas del cole, y momentos de diversión. Hacer todo aquello que les ayude a sentirse seguros y se mantendrán entretenidos.

Ahora más que nunca, los niños y niñas necesitan que les enseñemos a cuidar los valores más importantes, nuestra SALUD y la de las personas de alrededor, la EMPATÍA, el APOYO y el RESPETO.

Puedes usar estas imágenes para crear tu calendario

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