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¿Existe realmente la suerte?
Esta es una pregunta que seguramente todo el mundo se ha hecho alguna vez.
Madrid |
Fuente: wilhei/Pixabay


Esta es una pregunta que seguramente todo el mundo se ha hecho alguna vez. Incluso aquellos que piensan que, por supuesto existe, y que hacen todo lo posible para llamarla y que esté con ellos, tienen en su interior la duda de si es real o no.


Y, por ende, aquellos que la niegan, los que no creen en el azar, o en la suerte, no las tienen todas consigo y piensan que igual…sí existe.

Pero ¿hay alguna manera de saberlo? Bueno, lo más lógico es intentar describirla y, después, analizar seriamente, mediante un acercamiento lo más científico posible, si existe o es simplemente un invento humano.


Descripción de la suerte


La palabra suerte tiene muchas acepciones. Pero la que buscamos se define, según el Diccionario de la Real Academia Española con ‘Circunstancia de ser, por mera casualidad, favorable o adverso a alguien o algo lo que ocurre o sucede. Es decir, que puede ser buena suerte o mala suerte, pero siempre según la RAE, ocurrido por mera casualidad.

Es decir, la RAE no cree que exista nada que la determine, sino que viene marcado únicamente por la mera casualidad.
Si nos vamos a la descripción de azar, sinónimo de suerte, nos encontramos con algo similar. El azar es ‘Casualidad, caso fortuito’. Vamos, lo mismo, simple coincidencia o casualidad que pase algo que sea beneficioso, o no, para alguien.


Ejemplos


Así que, para la RAE, la suerte no funciona de ninguna manera… es simple casualidad. Sin embargo, hay muchas personas que se jactan de tener mucha suerte en varios aspectos de su vida, y otros que no paran de lamentarse de que les esquiva.

Por eso, hay gente que gana en el casino y otros que nunca les ha tocado absolutamente nada ni en la rifa del pueblo…

Aunque es cierto que una cosa es hablar y pavonearse, y otra la realidad. Muchos de los que dicen que ganan aprovechan promociones y bonos sin deposito del casino Gran Madrid Online, o de otros casinos online, por lo que siempre tienen mas opciones de victoria y, por tanto, ganan más.

Es decir, que eso de que la suerte hay que buscarla tiene visos de ser verdad, y hay bastantes ejemplos que así lo atestiguan.

Poner la suerte a prueba


Pero si hay un modo mínimamente científico de poner a prueba la suerte, o mejor dicho, de averiguar si existe, es buscar un juego en el que solo el azar tenga cabida. Y uno de esos juegos, es la ruleta.

Es un juego en donde la bola puede caer en cualquiera de las casillas, sin importar las tiradas anteriores. Cada nueva tirada es totalmente independiente de la anterior y quien juega no tiene ningún tipo de influencia.

De hecho, aunque hay algunas estrategias de juego que apuntan a que es posible acabar ganando repitiendo siempre el mismo color, (y doblando la cantidad apostada cuando se pierde), lo cierto es que perfectamente se puede dar que la bola caiga 15 veces seguidas en el rojo. Así, si alguien pone su apuesta en el rojo durante estas tiradas, probablemente pueda decir que tiene mucha suerte.

¿Por qué? Porque, aunque sea posible que esto pase, lo cierto es que es muy poco probable. La estadística nos dice que al cabo de muchas tiradas la bola suele caer más o menos las mismas veces en el negro que en el rojo, más que nada porque en cada tirada hay un 50% de posibilidades para cada color (eliminando el 0 de esta ruleta imaginaria).

Por eso mismo, la suerte viene dada por el momento en el que se juega (si es el momento en el que la bola ha caído 15 veces en el rojo justamente cuando el apostador ha realizado 15 apuestas iguales). Es decir, es simple casualidad y únicamente se puede analizar a posteriori.

Fuente: Simon/Pixabay

Conclusión

Es esto último, el hecho de que la suerte solo pueda ser analizada a posteriori, cuando se llega a la conclusión de que, si no se puede prever, y por tanto no se puede realizar ninguna acción para ganar la apuesta, analizar si existe la suerte o no es un debate completamente estéril.


Está fuera de todo análisis racional, teniendo mucho más que ver con el terreno emocional. De hecho, lo que más cerca puede estar de un análisis racional de la suerte es la estadística. Esta sí que es una ciencia y esta sí que puede llegar a prever acciones a gran escala, o al menos predecir probabilidades. Pero saber si una bola va a caer en el rojo porque el que apuesta al rojo tiene suerte es totalmente imposible.

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